Los Republicanos confirman una escisión que debilita al principal partido de oposición a Macron
Un sector a favor de negociar con el gobierno crea un grupo parlamentario “constructivo”
La escisión a la que se dirigía a pasos acelerados el partido conservador francés Los Republicanos desde su debacle en las elecciones presidenciales no tiene ya solo forma, sino hasta nombre. “Los Republicanos constructivos” es el nuevo grupo parlamentario creado este miércoles por un grupo de diputados de la formación de derechas reacios a limitarse a decir sistemáticamente no a cualquier propuesta del Gobierno de Emmanuel Macron que, de esta manera, contará con más holgura aún en una Asamblea Nacional en la que ya gozaba de mayoría absoluta.
“Francia no puede perder cinco años más, nuestra vocación es hacer de estos cinco años un tiempo útil para Francia”, explicó la decisión el diputado Thierry Solère, impulsor de la escisión. El grupo “Los Republicanos constructivos, UDI e independientes”, que así reza su nombre completo, cuenta por el momento con una quincena de diputados de LR y con la totalidad de los 18 que ganó el partido de centro-derecha UDI, aunque Solère manifestó su esperanza de sumar algunas voces más en los próximos días.
La nueva agrupación parlamentaria se manifiesta dispuesta a “acompañar las reformas (de Macron) que vayan en el buen sentido y oponerse cuando haga falta. No tenemos vocación de bloquear las reformas”, explicó Solère.El diputado es muy próximo al primer ministro, Édouard Philippe, también surgido de las filas de LR aunque la formación se distanció de él después de que aceptara, como otros pesos pesados del partido de derechas, como Bruno Le Maire, formar parte del Gobierno de Macron.
Al mismo tiempo que Solère anunciaba desde la Asamblea Nacional la creación de este grupo parlamentario “constructivo”, en la calle Vaugirard, desde la sede de Los Republicanos (LR) se daba a conocer la elección de Christian Jacob como presidente de su propio grupo parlamentario.
La división de la principal fuerza de la oposición estaba consumada, aunque Jacob intentó quitarle hierro al asunto afirmando que nada es irreversible.“Algunos colegas quieren estar en el gobierno… pero bueno, no es muy grave, somos una familia política y nuestra puerta está abierta, cuando quieran volver, lo podrán hacer”, declaró.
No parece sin embargo que los escindidos tengan intención de aceptar su propuesta de inmediato. “Nosotros tenemos ganas de trabajar con el gobierno, es el mensaje que nos han transmitido los electores, no queremos trabajar sistemáticamente contra él”, afirmó Agnès Firmin Le Bodo, una de las diputadas de LR que ha apostado por el nuevo grupo, ya apodado los “Macron-compatibles”.
Aunque nadie quiere renunciar por ahora a sus siglas políticas, en Francia la creación de este nuevo grupo parlamentario se considera como la consumación de un “divorcio” de la derecha que se venía gestando incluso desde antes de la debacle electoral de François Fillon, el antaño favorito al Elíseo que no logró ni siquiera clasificarse a la segunda vuelta de las presidenciales, lastrado por varios casos de nepotismo y de conflicto de intereses.
La irrupción en escena de un personaje como Macron, que ha logrado atraer a los sectores más moderados tanto de la izquierda como de la derecha, no ha hecho sino profundizar la crisis de un partido como LR, que acabó optando por adoptar, con Fillon, una línea para algunos de sus miembros demasiado conservadora. La escisión debilitará, previsiblemente, más aún la ya de por sí débil oposición que afrontará Macron en una Asamblea Nacional que domina con holgura, gracias a los 308 diputados propios de La República en Marcha (LRM) y los 42 del centrista MoDem, aliado del Gobierno. Con 113 diputados, LR era hasta ahora la principal fuerza de oposición, pero la escisión de al menos una veintena de ellos, acompañada de los 18 de la UDI, su hasta ahora aliado electoral, restará visiblemente fuerza a los que se aprestaban a decirle no a Macron.
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