Corea del Norte quiere atraer turistas con algo menos de control

Las diapositivas corren rápido: Un parque acuático con toboganes, coloridas montañas rusas, delfines brincando sobre niños y resorts. Muchos resorts. Podría ser el gobernador de Florida promocionando el turismo su Estado, pero es Kim Hyok-chol, el embajador de la República Popular Democrática de Corea (conocida como Corea del Norte) en España promoviendo este jueves su país. Por primera vez, la legación norcoreana ha abierto las puertas a la prensa para enseñar sus atractivos turísticos e invitar a disfrutarlos en vivo. "Dicen que es difícil viajar a nuestro país, pero no es verdad. En menos de un mes consigues el visado", ha apuntado Kim. Las autoridades están ansiosas de divisas.

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Entre las imágenes promocionales también se desvelaba la maravillosa naturaleza del país y sus monumentos como el arco de triunfo más alto del mundo o el de la reunificación. A lo que no se refirió Kim durante la exposición fue a los más de 200.000 presos políticos que tiene Corea del Norte según Amnistía Internacional. La zona desmilitarizada, la frontera intercoranea, no apareció en las diapositivas. El dictador Kim Jong-un, hijo y nieto de dictadores, tampoco. Pero sí su predecesor en la chapita colgada en el traje del embajador.

Durante la presentación, el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), el jordano Taleb Rifai, ha animado a españoles y europeos a viajar a Corea del Norte, y ha defendido la influencia del turismo en la evolución de las mentalidades. "Cuantos más europeos vayan a Corea del Norte, mejor conocerán los norcoreanos el mundo exterior", ha afirmado Rifai, quien visitó recientemente el país asiático y dio fe de la vocación de acogida de su población. "No he visto a gente más acogedora", ha comentado el dirigente de la OMT.

Mientras la agencia especializada de las Naciones Unidas para el turismo, con sede en Madrid, fomenta las visitas a Corea del Norte, el Consejo de Seguridad de la ONU les impone sanciones por sus repetidos ensayos armamentísticos. En lo que va del año, ya van diez pruebas y una declaración nada diplomática: “Si Washington opta por una acción militar, estamos preparados para reaccionar a cualquier tipo de conflicto”, dijo el embajador de Pyongyang ante la ONU, Kim In-ryong, refiriéndose a la escalada con Estados Unidos.

Para el embajador norcoreano en España, EE UU les debe unas disculpas. "Estados Unidos ha usado a los medios para demonizar mi país con noticias falsas", ha aseverado. "Dicen que mi país es cerrado, que es difícil entrar, pero son los americanos los que están cerrando sus puertas", ha sostenido. 

Todos los turistas que visitan Corea del Norte, un país de 25 millones de habitantes, deben ir acompañados de un guía impuesto por las autoridades. "Si van a comer a un restaurante en Pyongyang pueden ir solos, pero si quieren visitar algo en las afueras, se les acompaña", ha puntualizado Hyok Chol. Reconoce que hay limitaciones como esta o itinerarios impuestos, pero asegura que responde a un tema de seguridad y no de coartar la libertad del visitante. "Hasta ahora ha sido la manera más segura y cómoda de viajar por el país".

Desde hace poco, si un turista quiere viajar sin un plan de actividades concreto, lo puede hacer, ha asegurado el embajador. Pero la compañía del guía impuesto, no se está en discusión. 

Según las últimas cifras que maneja la OMT, 120.000 turistas visitaron Corea del Norte en 2014 —comparable con los extranjeros que visitaron Bután ese año—. Hyok Chol espera llegar al millón en un plazo entre cinco y diez años, aprendiendo de países como España. Cuenta que el Gobierno norcoreano está desarrollando áreas especiales (transporte, recursos humanos, presupuesto) para fomentar el turismo internacional y trabaja para reducir a una semana el tiempo máximo de espera para la obtención de visados.