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Trump rompe su silencio en Twitter y acusa a Comey de mentir y ser un filtrador

Tras 40 horas de mutismo, el presidente arremete contra el exdirector del FBI

J.M.A.
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, asiste el jueves a una reunión sobre nfraestructuras con gobernadores y alcaldes en el comedor estatal de la Casa Blanca.
El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, asiste el jueves a una reunión sobre nfraestructuras con gobernadores y alcaldes en el comedor estatal de la Casa Blanca.EFE

40 horas de silencio. Eso fue lo que duró la disciplina de Donald Trump. Tras un sorprendente mutismo en Twitter, el presidente de Estados Unidos volvió a la carga. Su objetivo: el exdirector del FBI, James Comey, quien el jueves ante el Comité de Inteligencia del Senado acusó a Trump de tratar de hundir la investigación de la trama rusa. “Pese a tantas falsas declaraciones y mentiras, vindicación total y completa... y wow, Comey es un filtrador”, dice el tuit. Luego, en otro mensaje, felicitó a la conservadora cadena Fox por su cobertura.

En su declaración jurada, Comey había reconocido que tras verse atacado por la Casa Blanca y buscando el nombramiento de un fiscal especial decidió hacer público parte del contenido de las notas que guardaba de sus conversaciones con el presidente. Con este fin se dirigió a un amigo, el profesor de leyes de la Universidad de Columbia Daniel Richman, y le pidió que se pusiera en contacto con un periódico (The New York Times) para que publicara su versión de lo ocurrido.

El testimonio del exdirector del FBI, el más grave en décadas de un alto funcionario contra un presidente, es el principal elemento con el que cuentan los demócratas para formular una acusación de obstrucción a la justicia, el paso previo al impeachment. En contra de su costumbre, Trump guardó silencio durante la comparecencia y dejó que la respuesta corriese a cargo de su abogado privado, Mark Kasowitz. En una declaración pública, el letrado no sólo negó las acusaciones de Comey sino que le acusó de haber roto el secreto de las comunicaciones, el privilegio presidencial que impide a sus colaboradores hacer públicas las conversaciones en la Casa Blanca. Esta mañana, Trump ha dado un paso más.

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Sobre la firma

J.M.A.
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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