Las FARC se reúnen con el ELN en La Habana para tratar de allanar el camino a la paz
El diálogo entre Colombia y la segunda guerrilla del país está marcado por la tensión y los secuestros
El secretariado de las FARC, encabezado por su máximo representante, Rodrigo Londoño, Timochenko, mantiene desde ayer en La Habana una reunión con una delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) liderada por Nicolás Rodríguez Bautista, Gabino, cuando están a punto de reanudarse las conversaciones entre la segunda guerrilla de Colombia y el Gobierno. La cita, autorizada por el Ejecutivo de Juan Manuel Santos, tiene el objetivo de allanar este proceso de diálogo, que se anuncia largo y accidentado. Mientras las FARC se disponen a terminar la entrega de armas y se encuentran en plena transición hacia la vida civil, el ELN negocia en medio del conflicto y aún no ha renunciado al secuestro. El último, de ocho personas que fueron liberadas al cabo de dos días, se produjo el domingo en el noroeste del país.
En este contexto, las autoridades esperan que el intercambio de experiencias pueda influir en la actitud del único grupo insurgente todavía activo en Colombia. “Me encuentro con el secretariado de las FARC en La Habana, Cuba, para llegar a consensos sobre la paz con el ELN”, manifestó Timochenko antes de la reunión. En paralelo, Juan Camilo Restrepo, el jefe del equipo negociador del Gobierno con esta guerrilla, calificó la negociación como un “proceso lento”. “Saben que el ELN tiene su manera de ser, su manera de actuar, su historial, pero el diálogo está vivo”, concedió. “Estamos comenzando, recuerden ustedes que las negociaciones con las FARC tomaron cinco años, aquí llevamos seis semanas. En esas seis semanas hemos hecho avances que ahora se requiere que en las segunda ronda se traduzcan en cosas concretas”.
En la primera fase de las conversaciones, los negociadores coincidieron fundamentalmente en dos cuestiones. La primera: empezar a trabajar en “un programa piloto de desminado humanitario”. La segunda: actuar “de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario” para “proteger a las personas no combatientes y a la población civil”. No obstante, este último principio, según el Gobierno, choca con la práctica cotidiana de los guerrilleros. “En Quito”, donde se celebran las negociaciones, “respiramos y oímos un lenguaje de paz, en el Chocó se oyen voces de atentados, de secuestros, de masacres”, agregó Restrepo.
El representante del Ejecutivo lanzó, en declaraciones a los periodistas, una nueva advertencia. “Estamos con paciencia en la mesa”, dijo. “La solución no es a cada atentado darle una patada a la mesa de negociaciones, pero no vamos a negociar apresuradamente ni vamos a ceder en la firmeza de nuestras posiciones. Si el ELN sigue secuestrando, los avances prácticos y concretos se van a ver en muchas dificultades”, aseguró.
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