Muere la mujer que cayó al Támesis durante el atentado de Londres

Andreea Cristea, la mujer que resultó herida tras caer al río Támesis durante el ataque terrorista en Londres el pasado marzo ha fallecido por la gravedad de sus heridas. Cristea, rumana de 31 años, estaba de visita en la capital británica con su novio, Andrei Burnaz, que sufrió la rotura de varios huesos de una pierna.  La muerte de Cristea eleva la cifra de víctimas mortales en el ataque a seis, incluido el terrorista, Khalid Masood, que embistó con un coche a los peatones que transitaban por el puente de Westminster y después se bajó del vehículo y apuñaló a un policía cuando trataba de entrar en el Parlamento.

Cristea era arquitecta y, como su pareja, originaria de Constanza (este de Rumania, junto al Mar Negro). Ambos habían viajado a Londres para celebrar el cumpleaños de Burnaz, ingeniero, que tenía intención de formalizar su petición de matrimonio esa misma noche. No pudo hacerlo. La mujer cayó a las frías aguas del río cuando el coche de Masood recorrió el puente a toda velocidad. Fue rescatada por dos embarcaciones del servicio de emergencias inconsciente y con heridas muy graves. Le diagnosticaron lesiones cerebrales y un pulmón seriamente dañado.

Un vídeo captó la caída de Cristea al Támesis

La cadena británica BBC ha divulgado un vídeo en el que se ve parte del atentado terrorista perpetrado este miércoles en Londres

 "Después de luchar por su vida durante más de dos semanas, nuestra querida e insustituible Andreea, una magnífica hija, hermana, pareja, maravillosa amiga y la mejor persona que os podéis imaginar, ha sido dura y brutalmente arrancada de nuestras vidas", ha lamento su familia en un comunicado en el que han mostrado todo su agradecimiento a las personas que ofrecieron ayuda a Cristea.

El caso de la joven despertó una campaña de recaudación de fondos en las redes sociales. Este viernes, la familia ha informado que tanto las 3.500 libras (unos 4.000 euros) recaudadas por esa vía como la indemnización que puedan recibir será donada a organizaciones de caridad. Eso, dicen, es lo que Cristea habría querido. Ellos se quedan, aseguran, con un vacío en el corazón y un dolor indescriptible. "Siempre la recordaremos como nuestro rayo de luz que seguirá brillando por siempre en nuestros corazones".