Así se vota en las elecciones holandesas

Más de 12,9 millones de holandeses están llamados este miércoles a las urnas en unas elecciones parlamentarias en la que se van a elegir los 150 escaños de la cámara de diputados. A los comicios se presentan 28 partidos, de los cuales hasta 14 podrían obtener representación, según los sondeos. El sistema electoral holandés es proporcional y de circunscripción única. Cualquiera que sume un 0,67% de los votos logrará un asiento en la cámara.

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El actual primer ministro, Mark Rutte (VVD), un liberal de derechas, encabeza en la recta final las encuestas después de que durante meses fuese en primer lugar Geert Wilders (PVV), un populista xenófobo y antieuropeísta cuyas opciones de victoria ha atraído la atención del mundo. Incluso si Wilders se impusiera, como pronostican las casas de apuestas, tendría menos de una quinta parte de los escaños y tendría que sumar apoyos para llegar hasta los 76 escaños necesarios para formar Gobierno. Dado que ningún partido parece dispuesto a asociarse con él, la llegada al poder del político de extrema derecha se antoja remota. 

Holanda es una monarquía constitucional y el Rey es el jefe de Estado. Las elecciones se celebran cada cuatro años salvo que el Gobierno colapse, lo que no es una sorpresa. El Senado, la otra cámara, consta de 75 miembros que son elegidos por los consejos provinciales, los organismos encargados de gestionar las provincias. Los senadores se reúnen una vez por semana y pueden rechazar una ley que emita el Congreso pero no pueden redactarla ni enmendarla. Sus próximas elecciones se celebrarán en 2019.

Las elecciones han estado centradas en el debate sobre la identidad y la integración de los inmigrantes, lo que se ha acentuado con el conflicto diplomático con Turquía. La economía ha pasado a un segundo plano. Holanda tiene una tasa de desempleo del 5,4%, una renta media anual superior a 50.000 euros y el PIB creció un 2,3% en el último año. En clave nacional, los candidatos han discutido sobre la edad de la jubilación (68 años) y la ayuda a la tercera edad y los dependientes.

El debate sobre Europa también ha estado sobre la mesa. Wilders es el único de los candidatos con posibilidades de triunfo que aboga por la salida de Holanda de la Unión Europea, lo que empieza a conocerse como Nexit. Rutte es un europeísta convencido, mientras que la mayoría de los candidatos considera que es mejor quedarse dentro del mercado único aunque reduciendo el poder de Bruselas.

Las elecciones holandesas ejemplifican el colapso de los grandes partidos. Los liberales de derechas (VVD), los democristianos (CDA) y los laboristas (PvdA) se repartían en los años 80 la gran mayoría de los votos. En 2002 los tres sumaban un 60% y hoy, según los sondeos, rondan el 40. Partidos de nuevo cuño como Groenlinks, los verdes, aventajan a los socialdemócratas, que sufren una pérdida de credibilidad después de haber apoyado hace cuatro años un gobierno de los liberales, sus enemigos históricos.

Según la Oficina Central de Estadística, 850.000 holandeses votarán por primera vez. La atención mundial que ha recibido unas elecciones que solían interpretarse solo en clave local ha hecho que el número de holandeses dispuestos a participar desde el extranjero se incremente de manera significativa. Si en 2012 fueron 48.000 los que solicitaron el voto el correo –un buen número de ellos desde España– esta vez esa cifra se ha disparado hasta los 75.000.