El año nuevo chino tardío

A pesar del nombre de la ciudad, del efervescente barrio de La Misión -donde empezó todo tras la llegada de Fray Junípero Serra- y del marcado sabor latino de San Francisco, la china es la minoría con más eco en la ciudad, por población y también por arraigo. De hecho, el alcalde de la ciudad desde 2011, Ed Lee (Seattle, 1952), es hijo de inmigrantes chinos, el primero de este origen en llegar al consistorio.

San Francisco cuenta con el barrio chino más antiguo de Estados Unidos y la mayor comunidad china fuera de Asia. Algo que no es tan extraño si se tiene en cuenta la situación de la ciudad como puerta de entrada del Pacífico. Creado en 1848, con una emblemática puerta de entrada jalonada por dos leones, sigue manteniendo su extensión original, entre la Avenida Grant y la calle Stockton, ejerciendo de barrera natural entre el barrio italiano, ahora conocido como Marina, el sitio preferido para los graduados de familia bien tras dejar la universidad, y el distrito financiero. A pesar de su céntrica localización y los sucesivos terremotos han conseguido mantener vivas su lengua, cultura, tradiciones y muchos de sus edificios.

El año nuevo chino se marca en el calendario de manera especial. El pasado sábado comenzaron los fastos. A diferencia del resto de lugares que siguen esta tradición aquí la gran celebración será el día 11, cuando terminen los festejos en el resto del mundo, con sus dragones danzarines. El gran día en San Francisco es la Fiesta de los Faroles, no antes.  No es una novedad o una adaptación a los festivos locales, sino que desde 1860 se prefiere hacer un gran cierre de fiesta. Es entonces cuando tendrá lugar la cabalgata que ponga el punto final. Técnicamente, el año astrológico comenzará el 3 de febrero.

El viernes empezó la decoración por el Año de Gallo de Fuego por todas las calles. Una mezcla de farolillos rojos con pollitos de todo tipo colgaban de farolas y elementos urbanos para crear un ambiente todavía más colorido y festivo del que este barrio ya luce normalmente.

El sábado llegó la previsible invasión de turistas y curiosos locales, dispuestos a hacer filas de más de una hora para tomar dim sum (típicas empanadillas) y pasear entre el ruido de cohetes y petardos, procurando esquivar a los vendedores ambulantes con todo tipo de recuerdos conmemorativos del Año del Gallo de Fuego de dudoso gusto: camisetas, pijamas, llaveros, guirnaldas para colgar en casa, pegatinas… También recordatorios con algunos de los famosos nacidos bajo este signo: Beyoncé, Britney Spears o Bob Marley.