40 militares turcos de la OTAN piden asilo en Alemania
Los uniformados fueron relevados por el presidente Recep Tayyip Erdogan tras el golpe de Estado del pasado julio
Unos 40 militares turcos de alto rango que estaban estacionados en bases de la OTAN en territorio germano, y que fueron relevados de sus cargos después del fallido golpe de Estado en Turquía el pasado julio, han pedido asilo en Alemania. Es la segunda vez que militares de un país miembro de la OTAN piden protección en otro Estado que pertenece a la Alianza Atlántica. La primera ocurrió en Grecia, adonde huyó un grupo de ocho militares turcos tras la misma asonada y cuyo Tribunal Supremo decidió a principios de semana pasada rechazar la extradición que requería Ankara.
“Cerca de 40 militares turcos de alto rango y que se encontraban estacionados en bases de la OTAN han solicitado asilo en Alemania”, señala Der Spiegel, que recalca que la decisión de los militares puede causar un enorme daño a la diplomacia alemana. “Si regreso a Turquía, corro el riesgo de ser encarcelado y quizás torturado”, confiesa uno de los oficiales turcos que asegura no haber tenido ningún contacto con los militares que intentaron derrocar al presidente Recep Tayyip Erdogan en la asonada de julio del pasado año. “Nunca he tenido simpatías con los militares golpistas”, añade el uniformado que no ha querido revelar su nombre, según recoge la prensa local.
La decisión de los militares fue revelada este sábado por la revista Der Spiegel y el programa de televisión Report Mainz, que emite la primera cadena pública, ARD. Este anuncio llega, además, pocos días antes de que la canciller Angela Merkel, quien se enfrenta a unas elecciones el próximo otoño, viaje a la capital turca para reunirse con el presidente Erdogan. Según la prensa local, el encuentro entre ambos dirigentes se prevé para el próximo jueves.
Si regreso a Turquía, corro el riesgo de ser encarcelado y quizás torturado Militar demandante de asilo
Como es habitual, la petición de asilo de los militares turcos será estudiada por las autoridades competentes y, según el artículo 16.a de la Constitución alemana "los perseguidos políticos gozan del derecho de asilo" en el país europeo. Así lo defiende también el diputado democristiano Stephan Mayer: “No existe ninguna duda de que estos soldados no serán devueltos a Turquía porque serian encarcelados de inmediato”, declaró a Der Spiegel. "Las solicitudes de asilo son, desde el punto de vista legal, legítimas, y no pueden atenderse a consideraciones políticas”, añadió el presidente de la Comisión de Política Exterior en el Bundestag (Parlamento alemán), Norbert Röttgen, también de las filas democristianas.
Uno de los oficiales turcos que pidió asilo en Alemania admite que él y sus camaradas fueron castigados por una razón que no tiene nada que ver con el fallido golpe militar. "Todos tenemos dos cosas en común: somos pro-occidentales y abogamos por un Estado secular”, declaró a la prensa.
La delicada petición de asilo fue presentada en un momento poco propicio para la canciller Merkel, que aún sigue luchando para defender el acuerdo que suscribió la Unión Europea (UE) con Turquía destinado a frenar la llegada de refugiados a Europa.
La petición de asilo de los militares ha puesto de manifiesto el deseo de los disidentes turcos —una amplia comunidad en Alemania— de pedir asilo en el país germano. De hecho, más de 5.000 opositores al régimen de Erdogan solicitaron la protección política en Alemania en 2016.
En círculos políticos alemanes existe la certeza de que el Ejecutivo que preside Erdogan inició una amplia purga política dentro de las fuerzas armadas y en otros estamentos de la sociedad civil destinada a eliminar cualquier oposición a su Gobierno, una medida que también ha afectado a la prensa.
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