Fillon aboga ante Merkel por una nueva relación con el Kremlin
El candidato conservador al Elíseo califica las sanciones de la UE a Rusia como "totalmente ineficaces"
François Fillon, el candidato conservador a las elecciones presidenciales que se celebran este año en Francia, se entrevistó este lunes con la canciller, Angela Merkel en Berlín, en un encuentro que sirvió para intercambiar puntos de vista y que no culminó con una rueda de prensa conjunta, a causa del deseo de Merkel de no interferir en la campaña electoral francesa. Pero Fillon, durante un encuentro con la prensa, señaló que había abogado ante Merkel por buscar un nuevo diálogo con Rusia, ante la certeza de que las sanciones que impuso la Unión Europea (UE) habían sido “totalmente ineficaces” y le advirtió sobre el peligro que encierra la nueva relación que puede surgir entre Donald Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.
“Estoy convencido de que las sanciones económicas han sido totalmente ineficaces y debemos encontrar un nuevo modo de hablar [con Moscú]”, dijo Fillon, después de haberse reunido con Merkel en la sede del Gobierno germano, donde la canciller, en un gesto que no pasó desapercibido, le ofreció un “almuerzo de trabajo”. En su encuentro con la prensa, que tuvo lugar en un hotel de Berlín, Fillon señaló, que si la UE no normaliza sus relaciones con Moscú quedará completamente desplazada por la nueva relación que pueda surgir entre Washington y Moscú.
“No deseo que Trump hable con Rusia a nuestras expensas. Sería muy dañino para Europa si Trump pasa por encima de nuestras cabezas, una posibilidad que no es inconcebible”, dijo el candidato, quien también advirtió que Ucrania no había cumplido con sus deberes para asegurar algo parecido a la paz en ese país y en la región controlada por los separatistas apoyados por Rusia. Fillon aseguró que el Kremlin debía ofrecer un gesto que ayudara a poner fin a las medidas punitivas.
Con respecto a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Fillon se atrevió a señalar que tanto él como Merkel habían coincidido en que Europa no podía permitir a EE UU que siga imponiendo sus leyes con carácter extraterritorial, algunas muy dañinas para las empresas y los bancos europeos. “Franceses y alemanes están en la misma página en el sentido de que no podemos dejar que esas normas que están hechas por EE UU para el sistema bancario estadounidense y que son totalmente negativas para Europa, sean impuestas”, dijo.
En un gesto que pretende buscar el apoyo del Gobierno alemán, el candidato conservador francés también señaló que, en caso de llegar al Elíseo, pondrá en marcha reformas estructurales en su país destinadas a tener un equilibrio en las finanzas públicas, a más tardar, en 2022. “Estamos seguros de que es una trayectoria perfectamente compatible con los objetivos alemanes”, dijo, al sugerir que Berlín podría cerrar los ojos si París no cumple con la meta del 3% del déficit en todo ese tiempo.
Merkel guardó silencio sobre lo conversado durante el almuerzo de trabajo, una decisión destinada a evitar cometer el error que cometió en 2012, cuando apoyó abiertamente la candidatura de Nicolás Sarkozy, una imprudencia que congeló sus relaciones con el Gobierno francés en los primeros meses de la presidencia de François Hollande.
Para evitar futuros malos entendidos, el portavoz del Gobierno Steffen Seibert, dijo que la canciller estaba dispuesta a recibir al futuro candidato de la izquierda—Benoît Hamon o Manuel Valls—, siempre y cuando, el partido Socialista galo solicitara un encuentro. Pero la canciller no recibirá a la candidata del Frente Nacional. Marine le Pen. “Entre la política del Frente Nacional y la que defienda la República Federal de Alemania no existe ningún punto en común”, dijo el portavoz.
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