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Amenazas racistas obligan a poner escolta policial a una política holandesa

Sylvana Simons, nacida en Surinam, antigua colonia del Caribe, denuncia la xenofobia y discriminación

Isabel Ferrer

Sylvana Simons, de 45 años, candidata al Parlamento holandés en las próximas elecciones legislativas de marzo, lleva apenas seis meses en la lista de un nuevo partido, Denk (Piensa), pero sus críticas contra el racismo, la xenofobia y la discriminación se han vuelto en su contra. Las redes sociales rebosan de mensajes hirientes que le acusan de aprovecharse de su fama para insultar, e invitaciones a que abandone el país si no le gusta. Después de que el autor de un vídeo concebido como un linchamiento de la aspirante a diputada se entregara a la policía, Simons lleva guardaespaldas. El sujeto pegó fotos del rostro de ella sobre los cuerpos de víctimas ahorcadas por el Ku Klux Klan.

La candidata al Parlamento holandés Sylvana Simons en Rotterdam.
La candidata al Parlamento holandés Sylvana Simons en Rotterdam. Robin van Lonkhuijsen (AFP)

Nacida en 1971 en Surinam, la antigua colonia holandesa en el Caribe, Sylvana tiene pasaporte holandés, es negra y “será protegida de forma visible y también discreta”, reza un comunicado oficial. Después de dos asesinatos políticos en el país; el del líder populista Pim Fortuyn (2004) y el del cineasta Theo van Gogh (2004), el Gobierno rechaza desde entonces la falta de tolerancia (la crítica más dolorosa) pero tampoco desea pecar de ingenuo.

Sus compañeros de la formación política Denk aseguran que el “asqueroso vídeo” no es la primera ofensa racista”. El pasado mayo ya denunció un acoso parecido “sin que la policía hiciera nada”, dicen. 

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Muy conocida en Holanda porque ha sido presentadora de televisión y trabajó en la radio, se sumó el pasado mayo a Denk, un partido formado en 2015 por Tunahan Kuzu y Selçuk Öztürk, dos diputados socialdemócratas nacidos en Turquía. Expulsados de su grupo original por haber criticado su política de integración, pretenden fomentar la igualdad de oportunidades entre los holandeses. Simons, que ha estudiado ballet y peluquería, tiene dos hijos y 16 hermanos y hermanas, quiere “descolonizar nuestro sistema educativo y nuestra lengua, empoderar a las mujeres y acabar con la humillación de que haya grupos menospreciados en la sociedad”. Geert Wilders, el líder xenófobo holandés que acaba de ser juzgado por segunda vez por incitación al odio y discriminación, y que lleva una década escoltado, ha sugerido “la disolución de Denk”. Kuzu y Öztürk son musulmanes con doble pasaporte, y el líder xénofobo insiste en que siguen las directrices de Turquía. 

Los pajes de San Nicolás, en el punto de mira

Con la llegada de la temporada previa a la Navidad, y en especial de Sinterklaas (San Nicolás), que trae regalos a los niños holandeses el 5 de diciembre, los agravios han subido de tono. Cuanta la tradición que San Nicolás es ayudado por múltiples pajes llamados genéricamente Zwarte Piet (Negro Pedro). Visten con atuendo morisco, el rostro pintado de negro y con peluca rizada. Es una fiesta infantil, pero desde que la Comisión de Naciones Unidas para la eliminación de la Discriminación Racial aconsejara en 2015 suprimir el personaje “por su estereotipo racista”, la pugna entre partidarios y críticos roza la violencia. En el caso de Sylvana, muchos de los mensajes denigrantes que ha recibido van acompañados de menciones al paje, que sirve para parodiarla.

 

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