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Comienza el segundo juicio contra el xenófobo Wilders por discriminación e incitación al odio

En 2014 el holandés animó a sus seguidores a “reducir el número de marroquíes de Holanda”

Isabel Ferrer
El asiento vacío del político holandés Geert Wilders, que no ha asistido a su juicio por discriminación contra los musulmanes.
El asiento vacío del político holandés Geert Wilders, que no ha asistido a su juicio por discriminación contra los musulmanes.KOEN VAN WEEL (EFE)

Geert Wilders, el líder xenófobo holandés, no ha acudido este lunes a la apertura del juicio en su contra por incitación al odio y discriminación en el complejo judicial de alta seguridad de Schiphol, cercano a Ámsterdam. La fiscalía le acusa de ambos delitos por haber animado a sus seguidores a despachar del país a sus compatriotas de origen marroquí, durante las elecciones municipales de marzo de 2014. A él le parece un proceso político, y su abogado, Geert-Jan Knoops ha admitido ante los jueces que la ausencia de su cliente “no es una buena idea, pero sí acorde con su postura”. El dirigente del Partido por la Libertad ya fue absuelto en 2010, después de haber calificado el islam de “ideología violenta”. En ambos casos, asegura que “se pone a prueba la libertad de expresión”.

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Hace seis años Wilders sí acudió a la sala de vistas. Ahora, y después de haber recusado en vano a los jueces, ha dicho a través de su letrado que tiene “el derecho y el deber de mencionar los problemas de mi país”. Ha denunciado asimismo “las dos varas de medir las ideas políticas en Holanda: nadie ha considerado punible que el primer ministro, Mark Rutte, dijera que los holandeses de origen turco que causan disturbios tienen que ´dejar de molestar´”. Con un total de 17 millones de habitantes, en 2015 había en Holanda 397.000 ciudadanos de ascendencia turca, y 386.000 de extracción marroquí, según la Oficina Central de Estadística.

En 2014, y durante un discurso posterior al escrutinio de los comicios locales, Wilders preguntó a sus seguidores si deseaban convivir “con más o menos marroquíes en casa”. La sala respondió que “menos, menos, menos”, y él prometió “arreglarlo”. En pocos días, la policía recibió 6.474 denuncias ciudadanas en su contra por discriminación. El procedimiento para su firma ha sido calificado de “desordenado” por los jueces, con gente “que se sentía ofendida, otros que fueron directos a comisaría desde la mezquita, y otros más que no sabían lo que firmaban”. De entre todos ellos, han escogido a 35 ciudadanos para que se expliquen.

Antes le ha llegado el turno a Tim Vermeer, colaborador del Partido por la Libertad. Ha asegurado por escrito que la controvertida frase “cayó del cielo, esto es política y quieres ganar votos”. Por el contrario, testigos presenciales de la arenga han asegurado que Vermeer les dijo que contestaran “menos, menos, menos, cuando Wilders inquiriera acerca de la Unión Europea, el partido socialdemócrata y los marroquíes”. El redactor de sus discursos, Paul Beliën, ha subrayado que hablaban “de los marroquíes con antecedentes penales, pero la prensa lo ha agrandado”. “Eran unas elecciones anteriores a las del Parlamento Europeo, y no me pareció útil mencionar a los marroquíes, pero él es jefe y no tiene porqué escuchar”.

Por su parte Ruud Koopmans, especialista en migración e integración del Centro para las Ciencias Sociales (Berlín), ha afirmado que “entre los musulmanes holandeses hay grandes grupos que rechazan a los judíos y a los homosexuales”. Figura entre los testigos de la defensa con los que Wilders tratará de demostrar que “hay más criminalidad y fundamentalismo en dicha comunidad”. El juicio se prolongará un mes, y se expone a un año de cárcel o bien a una multa cercana a los 8.000 euros. El fallo es esperado para el 9 de diciembre.

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