Fallece el joven herido en las protestas raciales de Charlotte
La agente que mató a otro negro desarmado en Tulsa, acusada de homicidio imprudente
El joven que resultó herido de gravedad durante las protestas en Charlotte por la muerte de un hombre negro a manos de la policía, ha fallecido este jueves. La noticia se conoció cuando centenares de manifestantes volvían a concentrarse en el centro de esta ciudad de Carolina del Norte, lo que llevó a las autoridades a decretar un toque de queda a partir de la medianoche. También coincidió con el anuncio de que la agente que mató a otro afroamericano desarmado la semana pasada en Tulsa, Oklahoma, ha sido acusada de homicidio imprudente.
La policía informó en un comunicado distribuido a medios locales este jueves de que la víctima es Justin Carr, un joven de 26 años que estaba en estado crítico desde que la pasada noche recibió un disparo durante la segunda jornada de protestas, que acabaron con violencia y actos de pillaje.
Por el momento, no se ha identificado al autor del disparo que acabó con la vida de Carr. La versión oficial inicial era que el responsable era otro civil. El jefe de la policía local, Kerr Putney, reconoció que se estaban investigando alegaciones de que el autor fue un agente. Pero en horas de la noche, en entrevista con la cadena Fox, aseguró que existen “pruebas convincentes que disputan” la autoría de la policía y que ello le “lleva a creer que la versión inicial —que fue otro civil— es la verdadera, basada en los hechos”.
Nuevas protestas y un toque de queda
Charlotte continuaba entretanto este jueves en estado de emergencia, decretado la víspera por el gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, lo que ha permitido el despliegue de fuerzas adicionales por toda la ciudad, incluidos miembros de la Guardia Nacional.
Cientos de personas volvieron a salir durante la noche a las calles de Charlotte. La alcaldesa de la ciudad, Jennifer Roberts, firmó a última hora de la tarde la orden que dicta un toque de queda a partir de la medianoche vigente hasta las 6 de la mañana. La medida se mantendrá en principio hasta que se levante el estado de emergencia, según la notificación oficial.
Sin embargo, pasada la medianoche, centenares de personas seguían marchando por el centro de la ciudad, tras horas de manifestaciones que fueron ampliamente pacíficas, aunque la policía lanzó en algunos momentos gas lacrimógeno para dispersar varios grupos, según la agencia AFP. Las autoridades indicaron que “no hay planes” para imponer por la fuerza el toque de queda si las marchas continuaban en calma. El capitán Mike Campagna dijo a la cadena CNN que el toque de queda está considerado como una herramienta a usar de ser necesario, pero manifestó su esperanza de que eso no llegue a suceder.
Roberts ha prometido una investigación “completa y transparente” tanto de la muerte de Carr como la que detonó las protestas: la de Keith Lamont Scott, un hombre negro de 43 años que falleció el martes de un disparo de un agente de policía, también afroamericano, en el aparcamiento de un complejo residencial de Charlotte.
La muerte de Scott, todavía un misterio
Sin embargo, la confusión continúa en torno a hechos clave de esta muerte que ha vuelto a hacer aflorar las tensiones raciales en todo el país.
La policía se ha negado a hacer público el vídeo en el que están registrados varios momentos del suceso, aunque este jueves permitió que lo vieran sus familiares. La versión oficial es que Scott iba armado y que se negó a tirar la pistola como le ordenó el agente de forma reiterada, extremo negado por su familia, que tras visionar las imágenes solicitó a través de su abogado que la policía haga público el vídeo.
Con todo, ambas partes admitieron que las imágenes registradas no acaban de aclarar la principal duda: si Scott tenía efectivamente un arma y si intentó usarla.
El jefe policial Putney dijo este jueves que las imágenes no eran concluyentes acerca de si Scott amenazó al policía con un arma o no. No obstante, después precisó que el ángulo desde el que grabaron las cámaras no permite ver momentos clave. “El vídeo no es la prueba más definitiva”, insistió en la cadena Fox. “No se puede ver lo que (Scott) tiene en sus manos ni si hace un gesto apuntando”. Aun así, afirmó, hay “muchas otras pruebas y declaraciones” que le hacen confiar en que la versión oficial es la correcta.
El abogado de la familia de Scott, Justin Bamberg, confirmó al diario local Charlotte Observer que en el vídeo es imposible ver qué tenía Scott, “si es que tenía algo”, en las manos cuando fue abatido por el agente.
Pero sí afirmó, según el diario, que se ve que tenía las manos pegadas al cuerpo y que “caminaba lentamente hacia atrás” cuando fue disparado. “Tras ver el vídeo, la familia vuelve a tener más preguntas que respuestas”, lamentó Bamberg, que aseguró que la esposa de Scott y otros familiares quieren que las imágenes sean hechas públicas “inmediatamente”. Manifestantes usaron ese mensaje como consigna durante la tercera noche de protestas. Pero Putney eludió la responsabilidad sobre la publicación del vídeo, alegando que la investigación está ahora en manos del Buró Estatal de Investigación de Carolina del Norte (SBI).
La agente que mató a otro negro desarmado en Tulsa, acusada de homicidio imprudente
La muerte de Scott se une a numerosos casos de afroamericanos, en muchos casos desarmados, abatidos por policías que se han venido repitiendo en los últimos años y que han provocado un aumento de la tensión racial y en las relaciones con las fuerzas del orden en el país. Scott de hecho murió un día después de que se conociera que otro hombre negro, Terence Crutcher, murió el viernes en Tulsa, Oklahoma, por disparos de la policía a pesar de que estaba desarmado y con las manos en alto.
El fiscal de distrito de Tulsa, Steve Kunzweiler, anunció este jueves que ha presentado cargos por homicidio imprudente en primer grado contra la agente que mató a Crutcher, Betty Shelby. La policía, una mujer blanca, disparó contra Crutcher cuando, después de alzar este las manos, avanzó hacia su coche, que se había quedado parado en medio de la carretera, y se apoyó en él, según muestran las imágenes grabadas. La policía de Tulsa ha admitido que Crutcher no iba armado y que tampoco había un arma en su vehículo, pero la defensa de Shelby argumenta que el hombre actuaba de forma errática y que intentó meter una mano en el vehículo, lo que la agente interpretó como un intento de agarrar un arma y por eso disparó. Los abogados de la familia de la víctima mostraron sin embargo fotos a la prensa que demuestra que la ventanilla del coche de Crutcher estaba cerrada, destacó The New York Times.
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