Alemania prevé la llegada este año de 300.000 refugiados

En 2015, más de un millón de personas buscaron asilo y refugio en Alemania. A estas llegadas, que han despertado tensiones xenófobas, seguirá el ingreso de unos 300.000 refugiados a lo largo de 2016, según las autoridades alemanas. Esta nueva cifra fue dada a conocer por Frank-Jürgen Weise, el jefe de la Oficina Federal para la Inmigración y Refugiados (BAMF, en sus siglas alemanas), quien señaló que el país está capacitado para asimilar este aumento de refugiados, en una entrevista publicada este domingo en el periódico Bild am Sonntag. “Si llegaran más personas la presión sería enorme”, añadió.

Según las estadísticas oficiales, hasta el mes de julio habían ingresado 119.617 personas. El número de refugiados que pudo llegar a Alemania en enero de este año fue de 63.457; en febrero, 35.726; y en marzo, 4.380. La última estadística registra la llegada en julio de solo 3.399 personas.

El funcionario señala asimismo que la integración de los refugiados y de los que reciban el estatus de asilado político en el mercado laboral tendrá un alto costo, pero admite que la situación financiera alemana es muy buena y que el país tiene los medios suficientes para financiarla.

Decisión correcta

La gran cantidad de personas que llegó a Alemania en 2015 provocó el caos administrativo, despertó tensiones xenófobas y causó un enorme daño a la popularidad de Angela Merkel, que aún sigue sufriendo los efectos de su decisión de abrir las fronteras del país a todos los refugiados que estaban atrapados en una estación de ferrocarriles en Budapest, en septiembre de 2015. Esta crisis provocó una división en el seno de la Unión Europea, que aún no ha sido superada.

La decisión de Merkel provocó la llegada en menos de un mes de 200.000 refugiados a Alemania. Los registros oficiales señalan que 1,1 millón de personas entraron hasta el último día de diciembre del año pasado, pero esa cifra podría reducirse a causa del doble registro de muchas personas.

Según Weise, un 40% de los que llegaron en 2015 puede incorporarse sin dificultades al mercado laboral alemán y otro 10% tiene certificados académicos que le pueden asegurar un buen nivel de vida. El funcionario admitió que la ola de refugiados había provocado inquietud y miedo en la población, pero sostuvo que la decisión de haberles permitido la llegada al país había sido la correcta.