El magnate hispano-egipcio Hussein Salem "compra" su amnistía en Egipto
El empresario pagará 534 millones de euros a cambio de que la justicia egipcia cierre todas las causas en su contra
Las autoridades egipcias anunciaron el miércoles la conclusión de un “acuerdo de reconciliación” con el magnate hispano-egipcio Hussein Salem, muy próximo al ex dictador Hosni Mubarak y que huyó a España en febrero 2011, en plena Revolución Egipcia. Salem, que adquirió la nacionalidad española en 2006, pagará al Estado egipcio un total de 534 millones de euros, un 75% de su fortuna declarada en el país árabe, a cambio de la justicia egipcia archive todos las causas en su contra por corrupción y anule las condenas de cárcel que ya le fuero dictadas in absentia, y que ascienden a más de 25 años. El pacto judicial se inscribe en los esfuerzos del Gobierno egipcio para cerrar la persecución legal de empresarios corruptos, aún infructuosa en más una veintena de casos cinco años después de caída de Mubarak, a cambio de una multa en un momento de apremiante crisis fiscal de Egipto.
Salem, de 82 años de edad, fue arrestado en España en 2011 junto a su hijo acusado de blanqueo de capitales, pero fue puesto en libertad tras pagar una de las fianzas más altas en la historia de la Unión Europea: 27 millones de euros. Unos meses después, la Audiencia Nacional aprobaba su extradición a Egipto. No obstante, el magnate recurrió la sentencia ante el Tribunal Constitucional, que le dio la razón en 2012, frenando su expulsión a Egipto. Desde entonces, Salem, cuyos bienes en España se encuentran embargados, ha vivido recluido en su mansión de la Moraleja a la espera de una solución definitiva a su situación de limbo legal.
Después del acuerdo judicial, Egipto retirará su querella en la justicia española, y Salem podrá retornar a su país natal. El máximo responsable de la Autoridad de las Ganancias Ilícitas, Adel Saeed, declaró en una rueda de prensa que ya se había puesto en contacto con la fiscalía para que cancele la orden de arresto internacional contra Salem y otros miembros de su familia, así como también la congelación de todos sus bienes en Egipto, que ascienden a más de 720 millones de euros, y que incluyen ocho mansiones y un complejo hotelero en la ciudad balnearia de Sharm el-Sheij, un campo de golf, y varias propiedades en El Cairo, entre otras.
Sin embargo, el investigador de la ONG egipcia Egyptian Initiative for Personal Rights (EIPR) Osama Diab considera que los bienes en Egipto del magnate representan solo un 20% de su fortuna real. De acuerdo con un informe de esta organización, la familia de Salem posee la mayor parte de sus activos en extranjero, muchos de ellos en las Islas Caimán, un conocido paraíso fiscal.
“La reconciliación conlleva normalmente condiciones, debe ser puesto en un contesto más amplio ... Salem es una mina de oro, y no solo por su dinero, sino porque formó parte del círculo íntimo de Mubarak y conoce el funcionamiento interno del Estado desde los sesenta”, declaró al diario Madamasr Diab, que considera que Egipto debería poner en marcha un proceso de justicia transicional como el aplicado en Sudáfrica, y que incluía desvelar a la luz pública las infracciones cometidas.
De origen humilde, Salem se enriqueció gracias a sus conexiones políticas, sobre todo con la familia Mubarak. El veterano empresario fue uno de los grandes beneficiados del boom turístico de Sharm el-Sheij patrocinado por el régimen. Sin embargo, quizás amasó aún una mayor fortuna con la construcción del gasoducto que unía Egipto e Israel, y la posterior exportación de gas natural. Según los cálculos de la EIPR, la venta del gas por debajo del precio de mercado entre 2005 y 2011 supuso una pérdida para Egipto de unos 8.500 millones de euros. Fue por este oscuro negocio que Salem fue incluido en el principal proceso contra Mubarak, el llamado “juicio del siglo”, del que resultaría absuelto.
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