Lucifer, un juicio medieval, un republicano ortodoxo... las claves del día
La segunda jornada de la convención reúne a los hijos del candidato e ignora el tema previsto, la economía
Un discurso que se convirtió en una suerte de un juicio medieval por brujería, otro de un hijo de Donald Trump que parecía copiado y otras claves de la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana que este martes confirmó la nominación del empresario.
1. Lo que parecía una broma, ocurrió
Donald J. Trump logró formalmente este martes la nominación del Partido Republicano, el de Lincoln. Las delegaciones de cada estado fueron votando y, gracias a un cambio de turno, la candidatura del empresario se logró matemáticamente precisamente cuando le tocó votar a sus hijos y sus conciudadanos neoyorquinos. “Hoy ha sido un día muy especial, mis hijos me han puesto arriba de todo”, dijo Trump luego en un vídeo. Y, cómo no, remató: “vamos a ganar las presidenciales”. Lo habitual es que el candidato no aparezca hasta el último día de la convención, pero el empresario se hace notar a diario.
2. ¿Un futuro candidato?
Paul Ryan, la ortodoxia republicana hecha hombre, hizo de tripas corazón y se presentó en el escenario de Cleveland para dar un discurso a favor de la candidatura republicana, tras haber sido muy crítico con Trump. Ryan, con todo, pasó de puntillas por Trump y se limitó a llamar al voto para los republicanos contra otro “Clinton" en la Casa Blanca. “¿Qué os parece si unificamos el partido en este momento crucial?”, clamó, y arrancó una ovación del público. Su mensaje sonó al de quien opta por el mal menor. También al de alguien que no descarta ocupar esa candidatura en el futuro.
3. El momento inquietante de la noche
Si el lunes quien levantó al público fue el apasionado discurso del Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, quien ha azuzado a la comunidad republicana este martes fue Chris Christie con una actuación que parecía un juicio medieval por brujería contra Clinton. Christie, gobernador de Nueva Jersey y candidato caído en las primarias, fue recitando todas las acusaciones que suelen lanzar los republicanos contra la candidata demócrata (el atentado en Bengasi, el caso de los correos...) y preguntando: ¿Culpable? La multitud respondía "¡Culpable, culpable…!". A ratos, el público interrumpía al juez, agitaba las manos y gritar espontáneamente "A la cárcel, a la cárcel...". Momentos después, el excandidato Ben Carson aseguró que Clinton "cita como mentor a una persona que tiene como inspiración a Lucifer".
4. ¿Otro discurso copiado de los Trump?
La familia de los candidatos suele hablar en algún momento de la convención, pero lo del candidato neoyorquino ha sido un desembarco de Trumps en toda regla. El primer día habló Melania, esposa y aspirante a Primera Dama, en un discurso que pasará a la historia por tener párrafos calcados del que pronunció Michelle Obama ocho años después. A Donald Junior se le notó cómodo, pero su discurso guardaba sospechosamente muchos parecidos con un artículo de F.H. Buckley, profesor en George Mason University. Las mofas en Twitter no se hicieron esperar, pero el profesor explicó a Vox que no había plagio, ya que él mismo había preparado ese discurso para Trump junior. Este martes estuvieron en Cleveland Ivanka, Eric, Tiffany y Donald Junior. Habló Tiffany, la menos conocida, fruto del segundo matrimonio del empresario con Marla Maples. Tiene 22 años y se graduó este año. Dijo que su padre "en persona, es muy amable, considerado y auténtico".
5. Poca economía en la noche de la economía
La segunda jornada de la convención republicana estaba teóricamente centrada en la economía y el empleo, con el lema Hacer que América trabaje de nuevo, pero los oradores de la jornada apenas tocaron el asunto. La baza trumpiana es que es un empresario y, por tanto, sabe cómo crear empleo. Pero ni siquiera este elemento se usó demasiado, los discursos hablaron mayoritariamente de la seguridad y atacaron la gestión de Clinton como secretaria de Estado.
6. Y el miércoles, Mike Pence
El miércoles da su discurso el gobernador de Indiana, elegido por Trump como compañero de carrera electoral para la vicepresidencia. Trump y Pence son, en algunos aspectos, antagónicos. El gobernador se define como “cristiano, conservador y republicano”, por ese orden, y ha firmado leyes que permiten vetar a los homosexuales en restaurantes y otros negocios. Trump lo escogió como gancho para los más conservadores. El empresario, un neoyorquino casado tres veces, es más liberal que muchos de sus compañeros de partido en cuestiones como los derechos de los homosexuales, entre otras. También ha sido muy crítico con los tratados de comercio internacional, culpándolos de la destrucción de empleo fabril, mientras que Pence los ha defendido.
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