“La visión patriarcal sigue presente en la política mexicana"
La antigua azafata y sindicalista llega a la dirigencia del partido hegemónico de la izquierda en un momento de profunda crisis
Alejandra Barrales (Ciudad de México, 1967) se ha sentado sobre un barril de pólvora. Pero dice estar tranquila. Hace una semana fue elegida presidenta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), una fuerza que durante décadas ejerció la hegemonía en la izquierda mexicana y que ahora atraviesa sus horas más bajas. El escindido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el vehículo electoral de Andrés Manuel López Obrador, les gana terreno en las encuestas. Y sus dos anteriores presidentes han caído víctimas de las luchas internas. Barrales, una antigua azafata y sindicalista, tiene como misión pacificar un partido en ebullición permanente, devolverle el crédito ciudadano y situarlo en la carrera a la presidencia.
Pregunta. Sus dos antecesores tuvieron que abandonar el puesto antes de tiempo. ¿Le preocupa?
Respuesta. Estoy tranquila. Venimos de un congreso donde el mensaje fue de respaldo a la nueva dirección y de deseo de salir de una de las crisis más fuertes que ha atravesado el partido. Pero yo no despego los pies de la tierra.
P. ¿Por qué está en política?
R. Siempre quise ser azafata y un accidente afortunado me colocó en el sindicato. Defendí a mis compañeros, sobre todo mujeres, de abusos laborales y de la quiebra de nuestra empresa. Cuando me di cuenta estaba en la dirigencia del sindicato, hace 23 años.
P. ¿Es machista la política mexicana?
R. En nuestra sociedad no hay aún un convencimiento pleno de la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres. La visión patriarcal aún está presente, en la política y otros ámbitos. Hay que impulsar y empoderar a las mujeres.
El país ya no resiste la misma receta ni permite el mismo rumbo
P. Ha sido secretaria de Educación de un Gobierno, el de la Ciudad de México, que ha legalizado el aborto y el matrimonio gay. ¿Lo ampliaría a todo el país si el PRD llega a la presidencia?
R. Por supuesto. Todo el mundo debe tener estos derechos.
P. ¿Cómo ve a México?
R. Las cosas no están bien. En términos electorales no hay una fuerza política que por sí sola pueda lograr la presidencia en 2018. El país ya no resiste la misma receta ni permite el mismo rumbo. Tenemos que buscar de qué manera podemos volver a generar una expectativa en la población.
P. ¿Con la izquierda en crisis?
R. Ojalá la crisis solo estuviera en la izquierda. Nuestro país está en crisis: las injusticias, los muertos, los desaparecidos, el narco... No podemos resignarnos. Esto no era así y no tiene por qué seguirlo siendo.
P. ¿Y en el PRD cuál es la causa de la crisis?
R. En algún momento dejamos de abanderar las causas de la gente, de ser una expectativa de cambio, de ser el partido de los jóvenes, de las mujeres, de los trabajadores… las luchas que daban razón de ser a nuestro partido.
P. ¿Tiene enemigos en el PRD?
Debemos dejar atrás el falso debate sobre si las corrientes deben desaparecer, porque finalmente el PRD es eso
R. No hay enemigos, hay diferentes visiones. Tenemos que escuchar a todos. En el PRD nos resulta fácil señalar lo que no nos gusta, pero no nos hemos dado el espacio para reconocer en qué coincidimos. Debemos dejar atrás el falso debate sobre si las corrientes deben desaparecer, porque finalmente el PRD es eso. Una suma de visiones diferentes. Debemos reconocerlo y buscar las coincidencias.
P. ¿Y usted de qué corriente viene?
R. Nunca he formado parte de ninguna.
P. Pues dicen que depende mucho del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
R. Hasta hace unos días formaba parte de su gabinete, pero la realidad no es así, la dinámica interna es distinta.
P. ¿Quien es el adversario electoral del PRD?
R. La resignación de los propios militantes y de los mexicanos, a quienes cada vez les cuesta más creer. Hay un descrédito generalizado de la clase política y de los partidos.
P. ¿Y cómo piensa remediarlo?
R. Mis prioridades son la unidad y ganar la confianza de la gente. Queremos abrir espacios para escuchar a la sociedad, volver a encauzar sus demandas y recuperar el papel de oposición. Las cosas no están bien en el país, y alguien tiene que denunciarlo y hacer propuestas.
P. Las encuestas muestran que el PRD cae y Morena sube. ¿Por qué?
R. Dejamos nuestro papel de oposición. Fuimos al Pacto por México de buena fe pensando que podía jugar el papel que ha tenido en otros países. El tiempo, lamentablemente, nos llevó a otra cosa. No derivó en beneficio para la gente y nos ha pasado factura.
P. ¿Estaría dispuesta a una alianza electoral con el PAN o con Morena?
R. La prioridad es reposicionarnos como partido. Trabajar para valer más y no tener que buscar a nadie, no tener que llamar a la puerta de nadie. Igual de daño le hace al partido ser cola de la derecha que de la izquierda. Tenemos que caminar nuestra ruta y ya nos encontraremos con otros. Hay diferencia entre ir a buscar a alguien y encontrarse en el camino de forma natural.
P. ¿Eso quiere decir que no rechazan ningún pacto?
R. Nuestro congreso nos facultó a explorar alianzas con todas las fuerzas menos con el PRI. Pero en este momento esa no es la prioridad.
P. ¿Qué piensa de Andrés Manuel López Obrador?
R. Es importante reconocer que hay otros esfuerzos. Nos tenemos que encontrar en el camino con todos los que estén en esta disposición. Pero la prioridad hoy es el reposicionamiento y la recuperación de la confianza de la gente.
P. ¿Y no se ve en dos años haciendo campaña con Margarita Zavala (PAN) como candidata en una alianza?
R. En dos años me veo recorriendo el país para apoyar a un candidato de nuestro partido. Es lo que queremos buscar y en eso vamos a trabajar.
P. ¿Y usted no se ve como candidata a la presidencia?
R. Por fortuna, ya soy presidenta.
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