Egipto localiza miembros humanos y restos del avión desaparecido
El Ejército centra la búsqueda en un área del Mediterráneo a 300 kilómetros de Alejandría
Los equipos de reconocimiento navales y aéreos del Ejército egipcio anunciaron ayer que habían localizado miembros humanos y restos del Airbus A320 de EgyptAir que desapareció del radar la madrugada del jueves en un vuelo de París a El Cairo con 66 personas a bordo. Asientos del aparato, maletas y otros objetos personales de los viajeros fueron identificados flotando sobre las aguas del Mediterráneo a unos 290 kilómetros de la costa de Alejandría, en una zona situada al sureste de la isla griega de Kárpatos.
Un dispositivo de rastreo internacional intensifica la búsqueda para intentar aclarar las causas del siniestro en las últimas horas. Navíos y aeronaves de Egipto, Grecia, Francia, Italia, Reino Unido y Chipre concentran las tareas de búsqueda en un área situada 60 kilómetros a la redonda de donde se ha producido el hallazgo de los restos, según dijo Safuad Moslem, responsable de la compañía aérea egipcia.
Los satélites de control medioambiental de la Agencia Espacial Europea han detectado también a unos 40 kilómetros del punto donde se perdió el contacto con el vuelo MS804 una gran mancha de combustible en la superficie marítima.
Expertos franceses de aviación civil en el análisis de siniestros aéreos y técnicos de la compañía Airbus llegaron ayer al aeropuerto de El Cairo para unirse a las tareas de investigación. Aunque Egipto ya apuntó el mismo jueves como hipótesis más probable un ataque terrorista, Francia, 15 de cuyos nacionales viajaban a bordo del avión de EgyptAir, prefiere no excluir ninguna opción por ahora. El Airbus desapareció del radar después de efectuar un brusco descenso con varios giros y en buenas condiciones meteorológicas, según el Ministerio de Defensa griego, después de que se perdiera su pista.
Las imágenes captadas por los satélites de observación estadounidenses no detectaron indicios de destellos que respaldasen la idea de que la explosión de una bomba causó la caída del Airbus. Tanto Francia como Egipto están amenazados directamente por el yihadismo, pero ningún grupo se ha atribuido hasta ahora esa posibilidad. París sufrió en enero y noviembre de 2015 graves atentados y el Gobierno egipcio ha visto cómo se deterioraba su sector turístico tras el atentado que provocó la caída en el Sinaí de un avión ruso con 224 ocupantes el pasado octubre poco después de que despegara de Sharm el Seij.
Cabe también considerar la opción de un fallo mecánico, o de un supuesto forcejeo en la pugna con un comando que intentaba tomar el control de la cabina, aunque en el vuelo MS804 viajaban tres agentes de seguridad, según confirmó EgyptAir. También resulta plausible que alguno de los pilotos decidiese estrellar el aparato contra el mar. Pero mientras no sean localizadas sus cajas negras el siniestro seguirá rodeado de misterio.
El presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, ha ordenado que se intensifiquen las tareas de búsqueda e investigación para que no vuelva a repetirse la incertidumbre que rodeó la caída del avión ruso Metrojet el pasado otoño, cuando el Gobierno de El Cairo se negó a aceptar durante semanas que se hubiese producido un ataque terrorista.
Quejas de los familiares
Al Sisi, que fue elegido presidente en 2014 con la promesa de garantizar la seguridad y la estabilidad después de haber derrocado al islamista Mohamed Morsi el año anterior, se enfrenta ahora a un serio deterioro de la economía y a protestas populares en contra de la cesión de la soberanía de dos islas del mar Rojo a Arabia Saudí.
Mientras el estratégico sector del turismo vuelve a tambalearse en Egipto, familiares de los 30 pasajeros y tripulantes egipcios del avión de EgyptAir se resisten a perder la esperanza, a pesar del hallazgo de restos del aparato. Reunidos en un hotel del aeropuerto de El Cairo, se quejaban de falta de información ante los medios de comunicación locales.
Un fallo técnico forzó en 2013 un aterrizaje
El avión de EgyptAir desaparecido cuando cubría la ruta entre París y El Cairo se vio obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en 2013, después de que un piloto detectase el sobrecalentamiento de uno de los motores, según ha revelado la BBC, que añade que el fallo técnico no se volvió a repetir.
El Airbus A320, que entró en servicio en 2003, había volado consecutivamente el miércoles desde Asmara (Eritrea) a El Cairo, y de la capital egipcia a Túnez en trayecto de ida y vuelta, antes de emprender el viaje a París, con cortas escalas en tierra, según el portal aeronáutico FlightRadar24.
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