El laborismo de Corbyn pierde apoyo en las municipales pero evita el descalabro
La oposición laborista cae por primera vez en 60 años al tercer puesto en Escocia
El laborismo de Jeremy Corbyn ha evitado el descalabro que sus críticos predecían en su primer examen en las urnas, mientras avanza el escrutinio de las múltiples elecciones celebradas ayer en Reino Unido. En los comicios municipales de Inglaterra, según cálculos de la BBC, el Partido Laborista bajaría un 6% respecto a las municipales de 2012 –en las que Ed Miliband consiguió un triunfo histórico tres años antes de caer derrotado-, pero subiría un 4% respecto al resultado en las generales de hace un año. El Partido Conservador del primer ministro, David Cameron, retrocedería en esa misma medida. Se trata de los primeros comicios a los que el Partido Laborista acudía con Corbyn como líder y del primer examen en las urnas, también, para el Gobierno de mayoría absoluta que formó Cameron tras las generales celebradas hace ahora 12 meses.
En Escocia, no obstante, los tories arrebatan finalmente al Partido Laborista el segundo puesto en el Parlamento de Holyrood, superándolos por primera vez en 60 años, y encabezarán así la oposición al SNP. La líder de la formación independentista, Nicola Sturgeon, obtiene un histórico tercer mandato consecutivo. Pero, con un total de 63 escaños, se queda a dos de la mayoría absoluta y a seis de los obtenidos en las últimas elecciones escocesas, en 2011.
Con un 19% de voto -frente al 49% del SNP y un 24% de los tories-, los laboristas, otrora hegemónicos al norte de la frontera, obtienen su peor resultado en cien años. Además de Sturgeon, que repetirá como ministra principal, la otra gran triunfadora en Escocia es la candidata tory, Ruth Davidson, que liderará por primera vez la oposición al indepentismo y proporciona la mejor noticia de la jornada a los conservadores.
El voto laborista bajó también en Gales, como estaba previsto, aunque siguen siendo la principal fuerza en su Asamblea nacional. Los resultados en Irlanda del Norte no se conocerán hasta la tarde del viernes.
El recuento de votos en las elecciones a la alcaldía de Londres ha empezado a primera hora del viernes, y no concluirá hasta la noche. Que Sadiq Khan devuelva la alcaldía al laborismo ocho años después, como parece probable, será clave para valorar el resultado de esta especie de superjueves británico.
El candidato de la izquierda, hijó de un conductor de autobús paquistaní, se enfrentaba al conservador Zac Goldsmith, millonario heredero de una dinastía de banqueros. Khan es el claro favorito: los sondeos indican que será él quien tome el trelevo del conservador Boris Johnson y se convierta en el primer alcade musulmán de una capital occidental. Pero el reciente escándalo de antisemitismo en las filas del Partido Laborista podría pasarle factura. Nadie da la batalla por ganada.
El voto conservador ha bajado en el sur de Inglaterra, según análisis de la BBC, lo cual ha permitido a los laboristas retener el control en algunos consejos municipales que parecía en riesgo de perder. El partido antieuropeo UKIP ha ganado apoyos por todo el país, y entraría en una cámara electa más: la Asamblea de Gales.
Sin sondeos a pie de urna y con un recuento que avanza a diferente ritmo en las distintas elecciones que se celebraron ayer jueves, los resultados definitivos no se conocerán hasta la noche de hoy. Pero el vicepresidente del Partido Laborista, Tom Watson, ha hablado de "una fotografía mixta para su partido". Consultado por la BBC, John Mann, uno de de los principales críticos internos de Jeremy Corbyn, el líder que protagoniza el giro a la izquierda del laborismo desde que salió elegido en septiembre, ha reconocido que, aunque debería estar arrasando ante un Gobierno en horas bajas, a la oposición "no le ha ido mal".
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