Los neozelandeses votan a favor de mantener la bandera actual
La opción se impone con un 56,6% de los votos, según los resultados preliminares del referéndum
Los neozelandeses han votado a favor de mantener la bandera nacional, en contra de la tesis que defendía su primer ministro, el conservador John Key. Según los resultados preliminares del referéndum en el que los ciudadanos del país oceánico debían elegir entre la actual enseña —que incluye una Union Jack, señal del pasado colonial británico— y otra de fondo azul y negro, con una hoja de helecho plateada y cuatro estrellas rojas que forman la Cruz del Sur, son claros: el 56,6% de los ciudadanos ha respaldado la actual versión frente al 43,2% que ha optado por el nuevo diseño. Los resultados definitivos se harán públicos el próximo miércoles, después de que se incluyan todos los sufragios por correo.
Algo más del 67% de los votantes registrados en el censo, un total de 2,1 millones de personas, han ejercido su derecho al voto en la consulta. Esta cifra es significativamente más alta a la registrada en diciembre, cuando los ciudadanos tuvieron que decidir entre las diferentes alternativas a la actual bandera. En los 16 meses que ha durado el proceso, el coste para las arcas públicas ha ascendido a 26 millones de dólares neozelandesas (15,6 millones de euros).
Más allá de la presencia británica en la bandera, la actual (y, a tenor de los resultados preliminares del referéndum, futura) enseña guarda importantes similitudes con la bandera australiana, el gran país vecino. Solo las diferencia el color de las estrellas: blancas en el caso de Australia, rojas en el de Nueva Zelanda. El primer ministro Key ha sido uno de los grandes valedores del cambio de bandera, una opción que ha defendido en reiteradas ocasiones después de haber sido reelegido en enero de 2014.
La bandera alternativa, elegida en diciembre del año pasado entre 10.200 propuestas, tenía como hecho diferencial una hoja de helecho, un elemento de la flora autóctona y que para muchos ciudadanos simboliza a su país. Además, el azul brillante que ha elegido representa la atmósfera y el océano Pacífico "que todos los neozelandeses o sus antepasados han cruzado" para llegar al país, dice el diseñador, que explicó que conservaba en su diseño las estrellas de la Cruz del Sur tanto porque simbolizan la ubicación geográfica de Nueva Zelanda, como porque esta ayudó en la navegación a los primeros pobladores de la isla.
En Nueva Zelanda, la cuestión de la bandera ha sido fuente de complejos y malentendidos durante décadas. Ya en 1984 el primer ministro australiano, Bob Hawke, fue recibido en Canadá con banderas neozelandesas, y el mismo Key ha perdido la cuenta de las veces que ha representado Nueva Zelanda bajo el emblema australiano. “Que pongan una oveja en la bandera, así todos les reconocerán”, ironizaba hace tiempo el editorial del australiano Sydney Morning Herald, en alusión al manido tópico de que en Nueva Zelanda hay más ovejas que personas.
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