La política hacia Cuba “no es una concesión a los Castro”
El senador republicano respalda el acercamiento a La Habana y quiere acabar con la prohibición de viajar a la isla. Acompaña a Obama en su visita a Cuba
No es habitual usar a Margaret Thatcher para defender la necesidad de negociar con Cuba. Claro que tampoco lo es que un senador republicano surgido de las filas ultraconservadoras del Tea Party como Jeff Flake sea uno de los mayores defensores de la normalización de relaciones con el gobierno comunista de La Habana. A Flake le gusta citar a la Dama de Hierro —“no puede haber libertad a menos que haya libertad económica”— para convencer a sus colegas del Senado sobre las ventajas del diálogo y del levantamiento del embargo a la isla.
Pregunta: ¿Qué espera de este viaje?
Respuesta: Es una combinación de los esfuerzos del presidente y su gobierno para normalizar las relaciones y mejorar las condiciones de muchos cubanos, y por tanto también las condiciones de derechos humanos. Creo que en cierto modo se trata de una vuelta de la victoria (VICTORY LAP) para él, porque la gente ha apoyado su política hacia Cuba.
P. Incluso los que están a favor del deshielo consideran que Cuba no hace lo suficiente. ¿Debería hacer más?
R. Ciertamente Cuba no está haciendo lo suficiente ni lo suficientemente rápido. Pero esto no debería impedir que nosotros avancemos de forma unilateral. Porque permitir que los estadounidenses viajen no es una concesión al régimen de los Castro. Estas penalizaciones afectan a los estadounidenses, no a los cubanos. Además, los cubanos ahora tienen muchas más oportunidades en el campo económico gracias a que tantos estadounidenses están viajando allí, y a que tantos cubanoamericanos sobre todo están enviando remesas. Eso ha hecho que pequeños negocios en Cuba obtengan capital y ha permitido grandes avances en la calidad de vida y en los derechos humanos.
P. Usted lleva años viajando a Cuba. ¿Les recomienda una visita a sus colegas del Congreso que se oponen a la normalización?
R. Me he llevado a muchos de mis colegas republicanos a Cuba y le recomendaría a cualquiera que vaya. De algunos que nunca han ido a Cuba escucho cosas que no cuadran con la realidad cubana. Asumen que solo el gobierno se beneficia cuando los estadounidenses viajan a Cuba, o del turismo en general. No es así. Ahora hay tantos cubanos, entre el 25 y el 30%, en el sector privado que se benefician directamente cuando la gente viaja a Cuba. Y eso es algo bueno, y tenemos que apoyarlo.
P. Usted ha afirmado que mejorar la vida de los cubanos es también un derecho humano. Y cita a un icono conservador como Thatcher para defender esta política. ¿Están escuchándole?
R. Los republicanos, cuando se paran a pensarlo, lo creen así. A algunos de los republicanos que no lo hacen les preocupa más el hecho de que haya sido un presidente demócrata el que lidera los cambios, y se habrían sumado antes si fuera un presidente republicano el que está al frente. La mayoría escuchará el principio de que la libertad económica normalmente precede a la libertad política. No hay libertad política sin libertad económica.
Viajes como este hacen que cada vez más estadounidenses comprendan que los que están en el sector privado en Cuba son mucho más libres del Gobierno cubano de lo que lo estaban antes y que eso ha mejorado sus condiciones de derechos humanos. Si podemos asegurarnos de que la gente comprenda que la agenda económica es una agenda de libertad, lo lograremos.
P. Dentro de un año habrá un nuevo gobierno en EE UU. ¿Cree que la política hacia Cuba es irreversible?
R. Puede que se vea afectada la velocidad con la que podemos deshacer el embargo, pero no creo que nadie en la Casa Blanca vaya a revertir los cambios ya realizados. Recuerde 2009, cuando Obama levantó las restricciones de viajes para los cubanoamericanos, muchas de esas voces que se oponen a los cambios recientes decían que no iban a permitir que se mantuviera esa medida. En pocos meses había tantos cubanoamericanos viajando a Cuba que ni se atrevían ya a mencionarlo. Del mismo modo, hoy hay tanto comercio, viajes, remesas y relaciones en marcha que nadie va a intentar siquiera revertirlo.
P. Se habla mucho de lo que puede hacer EE UU en este año de mandato de Obama. ¿Pero qué hay de Cuba? ¿Tiene La Habana urgencia por consolidar la normalización antes de la marcha de Raúl Castro en 2018?
R. Creo que la urgencia del Gobierno cubano es que tiene que darle a los cubanos, especialmente a los jóvenes, un motivo para quedarse, tienen que creer que hay un futuro económico mejor que el que tuvieron sus padres. Y esa es una gran motivación, porque gracias a la Ley de Ajuste Cubano hemos hecho muy fácil que los cubanos vengan aquí y se conviertan en ciudadanos estadounidenses. En los últimos dos años han sido más de 40.000, en vez de los 10.000 que solían venir anualmente, y seguirán viniendo porque ahora es más fácil salir (de Cuba) y tienen los recursos y contactos para hacerlo. Así que la urgencia por parte del Gobierno es que tienen que darles motivos para quedarse, porque no pueden permitirse perder a sus mejores y más motivados jóvenes.
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