“No tenemos a la sociedad enfrente, sí a sectores que protestan”
El ministro asegura que el Gobierno no dará marcha atrás pese a las movilizaciones
Profesor de Derecho y eurodiputado de Syriza de 2014 a enero de 2015, el jurista Yorgos Katrougalos, ministro de Trabajo y Seguridad Social, es el centro de todas las miradas debido al impopular proyecto de reforma de las pensiones. Sin perder la sonrisa ni siquiera durante la frenética ronda de conversaciones con representantes de los acreedores —un maratón que arrancó el martes en Atenas—, recibió a EL PAÍS el lunes en su despacho. Su mensaje es claro: ni se tocarán las pensiones ni el Gobierno dará marcha atrás en el proyecto pese a las crecientes movilizaciones sociales.
Pregunta. ¿Las pensiones son el nudo gordiano de la negociación con los acreedores?
Respuesta. Las pensiones no se van a recortar porque se han recortado ya 11 veces desde 2010, con un recorte total del 40%. En 2010 una pensión media estaba en 1.200 euros, y ahora no llega a los 800, por eso lo que intentamos con esta reforma [de la seguridad social] es no tocar las pensiones y sí otros capítulos de una manera justa y equilibrada, es decir, protegiendo a los más débiles. Por eso los que más ganan tendrán que aportar más.
P. Parece que el Fondo Monetario Internacional (FMI) sí insiste en rebajar las pensiones.
R. Son informaciones de la prensa, cuando nos reunamos con ellos veremos qué piden exactamente. De momento no hay nada oficial [por el lunes]. Es cierto que las instituciones nos piden un recorte del 1% del PIB este año, pero nosotros les hemos explicado una y otra vez, y se lo volveremos a explicar, que es imposible recortar pensiones que ya han sido tan recortadas. Porque además hay un factor fundamental, y es que en la Grecia de la crisis las pensiones alimentan a familias enteras; los abuelos mantienen a sus hijos y nietos en paro.
P. Pero si los acreedores insisten en ello, y su Gobierno en lo contrario, ¿tienen un plan B? ¿Qué harán si se rompiera la negociación?
R. Yo soy por naturaleza optimista y no contemplo escenarios dramáticos. Seguiremos negociando hasta lograr un acuerdo decente para proteger a los actuales pensionistas, asegurar las pensiones de las nuevas generaciones y salvaguardar el sistema e impedir que colapse.
P. Esta semana el Mecanismo Europeo de Estabilidad, la institución que se incorporó al tercer rescate, ha dicho que cree que Grecia aplicará el programa de reformas y que, entonces, podrá plantearse un alivio de la deuda. El alivio de la deuda ha sido un mantra del Gobierno de Syriza, pero ¿a cualquier precio?
No capitularemos ni renunciaremos a nuestros principios. Somos un Gobierno de izquierda y de justicia social
R. A cualquier precio no. Queremos respetar el compromiso que asumimos con las instituciones al firmar el tercer rescate, pero sin negar nuestros principios, es decir, aplicar las reformas necesarias pero de una manera basada en la justicia social.
P. ¿Se encuentra el Gobierno atrapado entre dos frentes, el de los acreedores y el de la movilización interna?
R. En el interior no tenemos a la sociedad enfrente, sí a sectores que protestan, y nosotros estamos abiertos al diálogo para convencerles de que esta reforma será también en beneficio suyo, para preservar el sistema de pensiones. Por ejemplo, los agricultores lo máximo que van a pagar con el nuevo régimen fiscal serán 170 euros al año de media, es decir, apenas 50 céntimos al día.
P. ¿Y el resto?
R. Los profesionales liberales no van a pagar todos lo mismo, habrá un reparto justo, pero claro: los que más pagan tendrán que aportar más.
P. ¿Y si prosiguen las movilizaciones? Los agricultores han amenazado con llevar sus tractores hasta Atenas. ¿Dará marcha atrás el Gobierno?
R. Nuestro Gobierno está siempre abierto al diálogo; de hecho, es la primera vez que un Gobierno invita a los agricultores a la mesa de negociaciones, pero el primer ministro aún los está esperando, no han venido.
P. ¿Temen que se detenga la producción agrícola si continúan las protestas?
R. Sería sin duda un golpe duro para la economía griega, sobre todo ahora que empezaba a dar señales de mejoría.
P. ¿Y los jubilados?
R. A los jubilados no los tenemos enfrente, se han manifestado en ocasiones, pero en esta reforma no son ellos los principales afectados.
P. Las deudas a la seguridad social suman más de 15.000 millones de euros. ¿Se recuperarán?
R. Es el total acumulado hasta finales de 2015, y hemos de tener en cuenta que parte de ellas no se van a pagar porque corresponden a empresas que han debido cerrar.
P. ¿Existe el riesgo de que al aumentar las cotizaciones a la seguridad social disminuyan los ingresos y aumente el paro, como sostienen muchos detractores de la reforma?
R. En absoluto. Los que tendrán que aportar más son los ciudadanos con ingresos medios y altos, no los bajos. De hecho, las organizaciones patronales están a favor de nuestra propuesta y de que aumenten las cotizaciones.
P. ¿Y qué opina de las resistencias que Grecia debe vencer en el plano exterior?
R. No capitularemos. Tuvimos que aceptar un compromiso doloroso [el tercer rescate] para poder seguir luchando, pero no renunciaremos a nuestros principios, que son los de un Gobierno de izquierdas guiado por la justicia social.
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