Tusk insta a Polonia a mantener “su buena reputación” en Europa
El líder del Consejo Europeo recuerda que Polonia ya abandonó "el lado oscuro del mundo"
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y rival político del nuevo Gobierno polaco, ha alertado –con sutileza- este lunes de los riesgos de que Polonia se aleje de Europa por la deriva autoritaria de sus nuevos gobernantes. Tras mantener su primera reunión formal con el presidente polaco, Andrzej Duda, Tusk ha intentado rebajar la tensión que existe entre Bruselas y el Ejecutivo ultraconservador de Polonia. “No somos enemigos. Y niego que exista ninguna teoría de la conspiración [respecto a Polonia] aquí en Europa”, ha recalcado varias veces Tusk, que considera “clave mantener la buena reputación que Polonia se ha labrado en los últimos 25 años”.
Los reproches velados entre Tusk y Duda van más allá del enfrentamiento entre Bruselas y Varsovia. El centroderecha moderado y liberal del partido de Donald Tusk, primer ministro polaco durante siete años, perdió el año pasado las elecciones -las presidenciales en mayo y las legislativas en octubre- frente al ultranacionalismo de Jaroslaw Kaczynski. Ese giro político, unido a las embestidas que ha promovido el nuevo Ejecutivo polaco contra su antecesor Tusk, añade tensión a cualquier encuentro entre ambos.
Aun así, la comparecencia conjunta de los dos mandatarios ha tratado de transmitir una imagen de normalidad después de que la Comisión Europea haya abierto por primera vez un procedimiento por posible incumplimiento del Estado de derecho a Varsovia. Pese a declarar que no se siente “entusiasmado” con la decisión de Bruselas, ha defendido la “buena fe” de la Comisión en este proceso y ha lamentado las “reacciones histéricas” de “algunos políticos polacos y también de otros países”.
Tusk ha abundado en una metáfora que ha dado pie al presidente Duda a defenderse. El máximo representante de los Estados miembros en Europa y ex primer ministro polaco ha recordado que su país “ha logrado pasar del lado oscuro del mundo al lado luminoso”, a lo que Duda ha replicado: “Hace mucho tiempo que Polonia se desplazó al lado bueno del mundo”.
En una referencia muy explícita a la mayor inquietud de Bruselas respecto a Varsovia –los cambios en el Tribunal Constitucional y en los medios de comunicación públicos-, Tusk ha recordado que “el modelo democrático occidental contempla algunas limitaciones al poder ejecutivo; hay que respetar el pluralismo”, ha sugerido.
Con semblante serio y mensajes directos, Duda se ha declarado decidido a “relajar la situación”, aunque ha pedido “que el panorama político europeo tenga una mirada objetiva sobre lo que ocurre en Polonia”.
Visita a la OTAN
Más cómodo se ha mostrado el presidente polaco tras reunirse con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. La visita a la Alianza Atlántica era el objetivo inicial de la visita de Duda a Bruselas y el jefe de Estado polaco no perdió el tiempo. En la comparecencia posterior a su reunión, ha pedido que la OTAN instale "tropas, que se desplieguen y sean visibles en Europa del Este". Duda ha anunciado encuentros con otros socios de la Alianza para plantear este asunto.
La instalación de bases permanentes en el Este de Europa es un tabú para la OTAN, que en 1997 se comprometió con Rusia a no instalarlas. Por eso Stoltenberg habla siempre de "una presencia significativa en el Este", sin aludir a las bases. Ambos dirigentes han asegurado que, pese a los cambios que está aplicando Polonia, la cumbre bienal de la Alianza se seguirá celebrando este año en Varsovia (el próximo mes de julio).
Pese a ese respaldo, Stoltenberg ha deslizado en su intervención inicial que la democracia, las libertades individuales y el Estado de derecho constituyen "valores fundamentales" de los 28 aliados.
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