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La ONU evacúa a Líbano y Turquía a rebeldes sirios que estaban cercados

Combatientes islamistas suníes y decenas de civiles abandonan la población de Zabadani

Juan Carlos Sanz
Un grupo de sirios tras cruzar el paso fronterizo libanés de Masnaa este lunes en un convoy de la Cruz Roja y la ONU.
Un grupo de sirios tras cruzar el paso fronterizo libanés de Masnaa este lunes en un convoy de la Cruz Roja y la ONU.Hassan Ammar (AP)

Naciones Unidas organizó este lunes la evacuación a Líbano y Turquía de centenares de rebeldes y civiles sirios atrapados desde hace meses en cercos del Ejército de Damasco y de otras fuerzas insurgentes. La operación es vista como un primer paso hacia la negociación de un alto el fuego entre el régimen de Bachar el Asad y las milicias de la oposición para poner fin a casi cinco años de guerra civil en el país árabe.

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Unos 120 combatientes islamistas suníes abandonaron junto con decenas de civiles la asediada población de Zabadani en dirección a la cercana frontera de Líbano. Al mismo tiempo, unos 300 milicianos acompañados de civiles desalojaron las localidades chiíes de Kefraya y Fuaa, en el norte de Siria, para atravesar la frontera turca en autobuses y ambulancias poco después.

Los huidos de Zabadani volarán desde Turquía a Líbano y los de las otras dos zonas asediadas, lo harán en sentido inverso. La compañía Turkish Airlines se hará cargo del traslado. Por primera vez desde el inicio de la guerra, los países vecinos colaboran directamente en misiones de evacuación.

El Comité Internacional de la Cruz Roja organizó los detalles de la operación junto con la Cruz Roja libanesa y la Media Luna Roja siria. Una iniciativa similar para la evacuación de 4.000 rebeldes y civiles cercados en la zona del campo de refugiados palestino de Yarmuk, en las afueras de Damasco, se frustró el pasado sábado tras la muerte en un ataque de la aviación siria del líder de una milicia islamista que debía garantizar el tránsito del convoy humanitario por su territorio.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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