Los yihadistas de California se radicalizaron antes de conocerse
El FBI dice que Farook y Malik hablaban de yihadismo en la Red 2 años antes de la masacre
Los autores de la matanza de 14 personas en San Bernardino, California, eran ya radicales antes incluso de conocerse y de casarse. El dato, revelado este miércoles por el director del FBI, James Comey, supone un giro importante en la investigación de los motivos de Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, que cada vez con más claridad se van revelando como terroristas yihadistas. Ante un comité del Senado, Comey añadió que no tienen pruebas de que el matrimonio fuera organizado por un grupo terrorista y consideró “muy importante” aclarar si esa boda era en realidad un vehículo legal para poder cometer el atentado juntos.
“Estaban radicalizados antes incluso de empezar a quedar por Internet”, dijo Comey. “Ya en 2013 estaban hablando entre ellos sobre la yihad y el martirio, antes de prometerse”. Una fuente anónima de la investigación citada por Reuters afirmó que Farook pudo estar planeando un atentado incluso desde 2011.
Este descubrimiento supone un paso más en la confirmación de que el tiroteo del pasado miércoles 2 de diciembre era en realidad parte de un plan de atentados diseñado mucho antes y con una clara motivación yihadista. El primer dato en este sentido fue el hallazgo de un mensaje en Facebook, confirmado por la compañía, escrito alrededor de la hora del tiroteo y en el que la mujer, con un seudónimo, juraba lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS). El arsenal hallado en poder de la pareja hizo pensar que planeaban más ataques.
Poco después, fue el propio grupo el que presumió de que los asesinos eran “seguidores” suyos. El FBI, sin embargo, no ha logrado establecer una conexión orgánica con el grupo terrorista. Por ahora, la investigación no ha hallado pruebas de que Farook y Malik formaran parte de una célula terrorista más amplia en Estados Unidos o que recibieran órdenes directas o que siguieran un plan diseñado por otra persona que no fueran ellos mismos. Los investigadores consideran por ahora que los asesinos se inspiraban en el ISIS, pero no estaban dirigidos por ellos.
En respuesta a una pregunta directa de los senadores, Comey dijo que el FBI no tiene razones para pensar que el ISIS tenga células terroristas en Estados Unidos. “Están intentando motivar a personas que ya están en EE UU para convertirse en asesinos en su nombre y les gustaría enviar personas aquí para cometer ataques”, dijo, pero “ese escenario no se ha dado todavía”.
Farook y Malik se conocieron por Internet en 2013 cuando él buscaba en webs de contactos musulmanes una mujer que se tomara la religión en serio, según la investigación. Ni sus conocidos de la mezquita ni sus familiares sospechaban que fuera un fanático, según han declarado. Conoció a Malik y se casaron en Arabia Saudí en 2013. En julio de 2014, entraron juntos en el país, él como ciudadano estadounidense y ella con un visado K-1 de prometida. Tenían una hija de seis meses.
Farook era aficionado a las armas y desde 2007 tenía una pistola en casa. Cuando fueron abatidos a tiros por la policía el pasado miércoles, Farook y Malik tenían en su poder dos pistolas, una escopeta, los dos rifles de asalto mencionados, más de 5.000 balas, 19 bombas caseras y material para preparar más en su garaje. El único amigo cercano que se le conoce a Farook es un vecino llamado Enrique Marquez que fue el que en 2012 compró los dos rifles de asalto AR-15 con los que se cometió la masacre. Marquez, que tiene aparentes problemas mentales, no está imputado. Los investigadores tratan ahora de saber si Farook lo utilizó para no levantar sospechas. En las últimas horas se ha revelado que, además de vecinos de la infancia, eran concuñados: Marquez está casado con una hermana de la esposa del hermano mayor de Syed Farook.
Las nuevas revelaciones abren también un agujero en el argumento del candidato a presidente Donald Trump, que ha provocado un escándalo al afirmar que EE UU debería prohibir la entrada a todos los musulmanes. Hasta el momento, las pistas fragmentadas sobre la vida de la pareja invitaban a pensar que ella, paquistaní educada en Arabia Saudí y cuyo fundamentalismo religioso había sorprendido incluso a su familia, había sido el cerebro de la radicalización de ambos. Sin embargo, Farook, ciudadano estadounidense nacido en Chicago y criado en el sur de California, tenía inclinaciones yihadistas antes de conocer a Malik.
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