Aznar visita a Macri en Argentina

El equipo de comunicación del futuro presidente de Argentina, Mauricio Macri, se distingue por cuidar cada detalla de sus mensajes. No por nada construyó la imagen de quien sorprendió en las últimas elecciones presidenciales con la victoria. Este mismo equipo este lunes prefirió no anunciar la noticia de que Macri se reunió en Buenos Aires con el expresidente del Gobierno español José María Aznar.

Macri, que reniega del mote de liberal y del de conservador, mantiene una estrecha relación con el exlíder del PP desde su incursión en política, en 2003. Uno de los participantes del encuentro de este lunes se limitó a decir que Aznar le vino a transmitir su apoyo personal y el de su partido. También comentó que el expresidente español le preguntó por sus peleas con la actual jefa de Estado argentina, Cristina Fernández de Kirchner, por el sitio en que se celebrará el jueves el acto de cambio de mando. Don Juan Carlos asistirá a esa ceremonia.

Aznar llegó el domingo por la noche a Buenos Aires y se marchará este mismo lunes. Es la segunda visita que Macri recibe de la derecha española en pocos días. Hace una semana vino el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que animó a Macri a abordar “una liberalización de la economía sin miedo y sin complejos”, como la que hizo en España el Gobierno de Aznar. En concreto, le instó a acabar con el control de cambios, que desalienta la inversión extranjera e impide la repatriación de divisas por parte de las multinacionales; con las barreras contra las importaciones y con la congelación de las tarifas de los servicios públicos, que afecta a empresas españolas como Telefónica, Abertis o Gas Natural.

Tras la victoria electoral de Macri el pasado 22 de noviembre, Aznar había dicho que Argentina era “una nación que mira hacia el futuro” y su próximo presidente, “un político con la experiencia, capacidad y coraje para hacer frente al enorme desafío que representa gobernar un gran país como Argentina”. Las relaciones entre Buenos Aires y Madrid comenzaron a deteriorarse después de que Néstor Kirchner asumiera el poder en Argentina, en 2003, con un rechazo al aumento de tarifas. Entonces Aznar gobernaba en España. Durante el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), los vínculos mejoraron, pero no lo suficiente como para resolver la pelea por las tarifas ni para evitar la ‘reestatalización’ en 2008 de Aerolíneas Argentinas, que el grupo Marsans, propiedad del encarcelado Gerardo Díaz Ferrán, había llevado a la quiebra. La tensión llegó a su punto máximo cuando en 2012, con el popular Mariano Rajoy en el Gobierno, Cristina Kirchner nacionalizó el 51% que Repsol tenía en YPF. Al año siguiente se arribó a un acuerdo por la indemnización, pero hasta ahora el diálogo bilateral se mantenía poco profundo. Las coincidencias políticas entre Macri y Rajoy prometen mejorarlo, aunque habrá que ver quién gana las elecciones del próximo día 20 en España.