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Bruselas reabrirá escuelas pero sigue en alerta máxima

El Gobierno buscará retomar la normalidad el miércoles con fuertes medidas de seguridad

Los ciudadanos empiezan a criticar tanto despliegue de seguridad en Bruselas.Foto: atlas
Claudi Pérez

Bélgica busca desesperadamente al terrorista huido de París. Bruselas seguirá toda la semana en máxima alerta por el riesgo de ataque terrorista, con la policía de redada en redada, el centro tomado por el Ejército y la ciudad semiparalizada, atenazada por una mezcla de miedo y cierta fatiga tras varios días de tensión. El Gobierno belga anunció que intentará reabrir escuelas y el metro el miércoles con fuertes medidas de seguridad. Aun así, la amenaza de atentado “es posible y probable”, aseguró tajante el primer ministro, Charles Michel.

La capital de la UE entró este lunes en su tercer día en máxima alerta, y el cerrojazo seguirá al menos una semana más, con el Ejército patrullando las calles por la amenaza de atentados y, en fin, con la ciudad semidesierta y sus constantes vitales por los suelos. El Gobierno federal dio el lunes un mensaje mixto a los belgas. El nivel máximo de alerta sigue en pie en Bruselas, pero las escuelas reabrirán mañana miércoles, y ese mismo día el metro volverá a funcionar de forma progresiva. No hubo apenas explicaciones pese a esa aparente contradicción, que se suma a una multitud de paradojas: Bruselas está en máxima alerta pero no lo está su principal aeropuerto, en la vecina Zaventem, a 10 kilómetros del centro, uno de los nudos de la industria aeroportuaria europea.

Polonia reclama cambios en el reparto de refugiados

REUTERS

El nuevo Gobierno euroescéptico y conservador de Polonia reclamó este lunes una revisión para este año del sistema de cuotas europeo para la reubicación de los refugiados. La primera ministra, Beata Szydlo, alega que “después de París, la situación ha cambiado”.

El anterior Ejecutivo, proeuropeo y liberal, respaldó el sistema de reparto en septiembre; ahora el Partido de Ley y Justicia (PiS), vencedor de las elecciones de octubre, pretende revisar los acuerdos suscritos. “Proponemos reunirnos para negociar”, ha señalado Szydlo, quien afirma que su país no está preparado para hacer frente a las cuotas pactadas.

“Aparte de las escuelas y el metro, la vida en Bruselas sigue igual”, ha dicho este lunes el ministro del Interior, Jan Jambon, en la radio pública. Apenas un par de horas después, el primer ministro, Charles Michel, reiteraba en rueda de prensa que la amenaza “sigue siendo seria e inminente”. Tanto el Foreign Office británico como la embajada de Estados Unidos han pedido a sus trabajadores que se abstengan de ir a trabajar. Son días extraños en un país que se juega su credibilidad internacional: la fiscalía belga mantiene una enorme opacidad, y tras las macrooperaciones de los dos últimos días el magro resultado de esas redadas deja un detenido, tres retenidos y 17 personas en libertad, de las 21 detenciones iniciales.

Bélgica tiene en torno a 11 millones de habitantes, está partida en dos comunidades que prácticamente se dan la espalda —flamencos y valones— y está gobernada por coaliciones habitualmente inestables de geometría política variable. El Gobierno actual, fruto de un pacto entre los liberales y la ultraderecha independentista de N-VA, llegó al poder con un mensaje muy poderoso en materia de seguridad. La crisis actual ha desatado ya las primeras críticas, con parte de Bruselas temiendo los efectos de la máxima alerta sobre la economía.

A los registros del fin de semana, que acabaron con 16 detenidos, se sumó el lunes una nueva operación policial que dejó cinco detenciones más. El juzgado de instrucción de Bruselas dictó prisión para uno del total de 21 detenidos por “participar en actividades de un grupo terrorista en un atentado”, en relación a la matanza de al menos 130 personas en París hace una semana. Otras tres personas siguen retenidas a la espera de “comprobaciones” en la investigación, según el juez.

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El principal objetivo de ese dispositivo de seguridad sigue fugado. La policía no ha podido localizar a Salah Abdeslam, un joven vecino del distrito bruselense de Molenbeek que participó en los ataques de París y después regresó a la capital belga.

El Gobierno de Bélgica solicitó el lunes a Marruecos una colaboración “estrecha y avanzada” en materia de inteligencia y de seguridad tras los recientes atentados de París, informó el Ministerio del Interior marroquí en un comunicado, según Efe. Los contactos con los servicios de inteligencia de los principales países europeos —y en especial con el francés— son constantes. “Nada ha cambiado” respecto al riesgo identificado de amenaza terrorista, explicó Charles Michel a pesar de la reapertura de colegios y estaciones de metro prevista para el miércoles, y la próxima evaluación del nivel de alerta no llegará hasta el próximo lunes.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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