Francia incomunicará a sospechosos sin tener mandato judicial
Todos los partidos aplauden las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno
La determinación del Gobierno francés de reforzar la lucha antiterrorista, golpear al yihadismo y prevenir nuevos ataques es evidente. Mientras el portaviones Charles de Gaulle partía este miércoles, un día antes de lo previsto, para reforzar los bombardeos en Siria, un tenso Consejo de Ministros, celebrado al tiempo que se cercaba a varios terroristas implicados en los ataques del viernes, aprobaba nuevas medidas legislativas. Entre ellas, la posibilidad de confinar, sin mandato judicial, en casa a sospechosos y mantenerles incomunicados.
Nuevos poderes de la lucha antiterrorista
El estado de excepción decretado el sábado se prorroga tres meses más, hasta mediados de febrero.
Se confinará en un domicilio a sospechosos que supongan una amenaza al orden público. Los confinados podrán quedar incomunicados.
En los registros sin mandato judicial la policía podrá copiar los datos guardados en sistemas informáticos
Se podrán disolver las asociaciones que inciten a cometer actos contra el orden público, como las que gestionan las mezquitas radicales.
La fiscalía será informada de cada actuación y ya no se podrán registrar sin mandato bufetes de abogados y Redacciones de prensa.
El Ejecutivo socialista aprobó este miércoles otros cambios legislativos: el primero, prorrogar el estado de excepción hasta mediados de febrero. Durante tal estado de excepción, además de poder hacer esas llamadas “asignaciones de domicilio” con nuevas condiciones, la policía podrá realizar copias de los datos guardados en dispositivos informáticos en los registros administrativos y se podrán disolver las asociaciones que gestionan mezquitas radicales. “Podremos expulsar más rápidamente a los imames radicales”, abundó el primer ministro, Manuel Valls.
La tramitación de tales novedades se hará en tiempo récord. El Gobierno espera que puedan entrar en vigor la próxima semana. Y, mientras tanto, continúa actuando con contundencia. En apenas cuatro días de estado de excepción se han realizado 414 registros, 60 personas han sido detenidas, se han requisado 75 armas de fuego y se ha confinado en domicilio a 118 personas.
El Ejecutivo cuenta con el apoyo ciudadano (el 84% de los franceses está dispuesto a perder algo de libertad para ganar seguridad) y con el de los partidos de derecha e izquierda. “Este es un cambio de era”, dice el presidente del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet. “Debemos facilitar los medios para hacer la guerra y ganarla”. El presidente François Hollande no modificó este miércoles su agenda, pese a los acontecimientos que volvieron a sacudir su país. En una reunión de alcaldes aceptó como buena la idea de armar a la policía municipal. Esta es una medida que solo han tomado en Francia los Ayuntamientos regidos por el Frente Nacional.
El principal partido de la oposición, Los Republicanos, saludó este miércoles las iniciativas del Gobierno. Su líder, Nicolas Sarkozy, solo critica a Hollande por haber tardado demasiado tiempo en adoptar medidas que la derecha pedía. Los diputados se mostraron preocupados por la falta de asistencia internacional y el diputado de la Izquierda Radical François Asensi incluso pidió romper relaciones con los países del Golfo Pérsico que facilitan el tráfico de armas y petróleo al ISIS (las siglas del Estado Islámico en inglés). “No tenemos prueba de que hagan tal cosa”, respondió el titular de Exteriores, Laurent Fabius. “Le aseguro que si fuera así replantearíamos la política exterior sin complacencia alguna”.
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