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La construcción del metro de Quito se reanuda en diciembre

La capital de Ecuador contará con transporte subterráneo en tres años

Quito vuelve a soñar con su primera línea de metro. El alcalde Mauricio Rodas adjudicó el contrato al consorcio hispano-brasileño Acciona-Odebrecht y se espera que los trabajos arranquen a finales de diciembre, una vez que se haya firmado el contrato y socializado el plan de movilización que evitará el caos en la ciudad durante los tres años que durará la megaobra.

El costo total del proyecto asciende a 2.009,81 millones de dólares. El Ayuntamiento de Quito aportará el 63% y el resto, el Gobierno ecuatoriano. En la financiación, están implicados el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Mundial (BM). La construcción del metro fue una aspiración de la anterior Administración municipal (liderada por el movimiento político del presidente Rafael Correa). La española Acciona Infraestructura empezó la primera fase de la obra (la construcción de dos estaciones en el sur y norte de la capital) en 2012. Los trabajos debían concluir en 2016, pero la demora en la adjudicación de las obras por cuestiones presupuestarias y el cambio de administración dilataron los plazos.

400.000 pasajeros al día

La segunda fase del metro, que arrancará en diciembre, representa el 95% de la obra: la construcción de un túnel de 22 kilómetros que conectará el norte y el sur de la ciudad y 13 estaciones. El recorrido durará 34 minutos y beneficiará a 400.000 pasajeros al día, según la Alcaldía, por 45 centavos de dólar. Cifra que se determinó tras un estudio hecho con el Metro de París.

La Alcaldía espera complementar el metro con un sistema de transporte por teleférico, similar al de Medellín, que se completará en 2018 y conectará los barrios de las laderas de la ciudad. Esto se anunció el pasado mayo, cuando se cumplía el primer año de mandato de Rodas y se inauguraban las obras del primer tramo de este sistema de transporte por cable. El presupuesto para las cuatro líneas que lo formarán será de 550 millones de dólares que, según la Alcaldía, se financiará con una alianza público-privada con los fabricantes de las cabinas.

Quito, con 1,6 millones de residentes, registra graves problemas de movilidad por su forma longitudinal y sus 5,1 millones de desplazamientos diarios. El 75% de estos se realiza en transporte público, compuesto por tres sistemas de buses con carriles exclusivos y buses alimentadores. Mejorar el transporte público es uno de los ejes de trabajo del alcalde, aunque es difícil que lo consiga antes de terminar su gestión, en 2018.

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