Un excomisario europeo, nuevo primer ministro de Rumanía
Ciolos, que ocupó la cartera de Agricultura, formará un Gabinete de tecnócratas
El presidente de Rumania, Klaus Iohannis, ha designado al independiente Dacian Ciolos como primer ministro del país. Ciolos, que fue comisario europeo de Agricultura entre 2010 y 2014, tiene ahora diez días para formar su Gobierno. Considerado un político más cercano a la centro-derecha, sustituye al socialdemócrata Victor Ponta, que dimitió el pasado miércoles tras la presión popular derivada de las irregularidades que rodean el incendio en una discoteca de Bucarest. La tragedia ha costado ya la vida a 46 personas; otra veintena permanece en estado crítico.
Ciolos, de 46 años, que desde julio era asesor especial sobre seguridad alimentaria del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, deberá someter su cargo y los nombres de su Gabinete a la votación del Parlamento. Necesita la aprobación de una mayoría simple, que se prevé que logre. De momento, tiene el apoyo de la principal formación de la oposición, los conservadores del Partido Nacional Liberal (PNL) --al que pertenece el presidente Iohannis--, de la Unión Democrática Magiar (UDMR) y de la Unión Nacional por el Progreso de Rumania (UNPR). Si recibe el respaldo parlamentario, gobernará hasta 2016, cuando están previstas las elecciones generales.
“Necesitamos un primer ministro independiente, o tecnócrata como se suele decir, una persona íntegra que no esté implicada en escándalos y que demuestre ser capaz de desenvolverse en situaciones complicadas”, ha declarado este miércoles el presidente Iohannis al dar a conocer el nombre del nuevo primer ministro. Ciolos, ique también fue ministro de Agricultura en el Gobierno del conservador Calin Popescu-Tariceanu, se ha labrado durante estos años en Bruselas una imagen de político fiable.
“Tengo la intención de que tanto el Gobierno como la Administración estén abiertos a escuchar a la sociedad, para que podamos tomar decisiones juntos”, ha asegurado el nuevo primer ministro tras su nombramiento. Ciolos tiene por delante una tarea complicada: debe lidiar con la movilización ciudadana que ha surgido tras el incendio en el Club Colectiv de Bucarest, que logró en unos días derribar el Gobierno y que exige un cambio profundo en un sistema político y administrativo gangrenado por los casos de corrupción. El año pasado, 24 alcaldes, cinco parlamentarios, dos exministros y un ex primer ministro fueron condenados por este tipo de delitos.
La mayoría de los partidos habían apoyado la formación de un Gobierno de tecnócratas. Y es que, en un momento en el que --aunque están perdiendo fuelle-- las movilizaciones ciudadanas se han convertido en diarias desde el incendio, estar en el Ejecutivo puede suponer un enorme desgaste. También hay que tener en cuenta que las filas de todos los partidos políticos están salpicadas de escándalos de corrupción. El propio exprimer minsitro Ponta está imputado por blanqueo de capitales y sobornos.
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