Rusia media para reunir al Gobierno sirio y la oposición
El Kremlin deja el futuro de Bachar El Asad en manos del pueblo sirio
En paralelo a la intervención militar, Rusia redobla sus esfuerzos diplomáticos a la búsqueda de una solución política al conflicto que azota Siria desde 2011. Con este fin, el Ministerio de Exteriores de Rusia trata de organizar la semana próxima en Moscú conversaciones entre representantes del Gobierno sirio y miembros de la oposición, según anunció este martes el viceministro de Exteriores, Mijaíl Bogdánov, sin especificar quiénes serán los eventuales participantes.
El nuevo intento de diálogo será tratado el miércoles en Moscú por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el representante especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. De Mistura viajó de Viena a Damasco tras la cumbre ministerial del 30 de octubre en la capital austriaca, un foro que, a diferencia de otros anteriores, reunió a todos los grandes actores regionales involucrados en el conflicto.
A fines de septiembre, Rusia inició una ofensiva aérea sobre las posiciones del Estado Islámico y otros grupos afines en Siria. Esta acción militar, contemplada en Occidente con sentimientos contradictorios, parece haber contribuido a mejorar la moral de las tropas leales a Bachar el Asad, pero entraña riesgos y puede incrementar la amenaza de atentados contra objetivos rusos o en la propia Rusia. La catástrofe del Airbus 321 ruso sobre la península del Sinaí, cualquiera que fueran sus causas, ha motivado comentarios de prensa sobre el peligro del terrorismo y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió de que la tragedia aérea no debía mezclarse con la intervención en Siria.
El Kremlin, que reivindica el estatus internacional de la Federación Rusa en Siria, no desea, sin embargo, estancarse en aquel país como se estancó EE UU en Vietnam o la Unión Soviética en Afganistán. La reunión de Moscú, de lograr una asistencia representativa de los distintos grupos "aceptables" internacionalmente, permitiría comprobar cómo han influido los bombardeos rusos sobre la fragmentada oposición siria. Bogdánov dijo haberse reunido con muchas personas que aseguran representar al Ejército Libre de Siria, tanto en El Cairo como en Moscú, según la agencia Ria Novosti.
La permanencia en el poder del presidente El Asad no es una cuestión de principios para Rusia, según reiteró este miércoles la portavoz del ministerio de Exteriores, María Zajárova. La funcionaria puntualizó que "sólo el pueblo sirio puede decidir el destino del presidente". Esta posición de no aferrarse al líder sirio fue expresada con anterioridad por responsables de la diplomacia rusa, incluido el ministro Lavrov. No obstante, la frase podía haber perdido retórica y ganado en contenido nuevo y concreto en el marco de la búsqueda de compromisos entre los grandes actores regionales, sobre todo en la dinámica de un periodo de transición con puntos de partida y de llegada consensuados (con o sin El Asad). A lo que Moscú se opone es a un cambio de régimen inducido por la presión popular o por algún tipo de revolución al estilo de la primavera árabe o el Maidán de Ucrania. A juzgar por su política exterior, por ejemplo en Asia central o en Bielorrusia, Rusia apoya como dirigente legítimo al líder que controla el poder con independencia de cuáles hayan sido los métodos (truculentos o no) que lo hayan llevado o lo mantengan en él.
Una encuesta del centro Levada realizada en octubre indica que dos tercios de los rusos están en contra del envío de tropas a Siria por temor a las pérdidas humanas y oposición a los gastos que ello conlleva. Un 41% de los encuestados consideran que los recursos gastados en la operación en Siria son necesarios para resolver problemas sociales y el 66% está en contra del envío de tropas terrestres. La política de los dirigentes rusos en Siria goza de un apoyo del 53% de la población y una oposición del 22%, cifras que indican una polarización respecto a septiembre, cuando la relación era de 39% a 11%. El porcentaje de los que no aprueban la intervención crece de forma más rápida que el de los que la aprueban, ha dicho el vicedirector del centro Levada, Alekséi Grazhdankin, según el servicio RBC.
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