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Decenas de detenidos en la oposición en el inicio de la legislatura turca

Los cazas del Ejército vuelven a bombardear posiciones de la guerrilla kurda

Andrés Mourenza
Un hombre sujeta banderas con la imagen y los nombres del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro, Ahmet Davutoglu, mientras espera la llegada de este último al aeropuerto de Estambul, este martes.
Un hombre sujeta banderas con la imagen y los nombres del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro, Ahmet Davutoglu, mientras espera la llegada de este último al aeropuerto de Estambul, este martes.MURAD SEZER (Reuters)

Pese a que la noche de su victoria electoral, el primer ministro turco, el islamista Ahmet Davutoglu, prometió que “no habrá perdedores, sólo ganadores” y que trabajará por “rebajar la tensión”, la nueva legislatura en el país euroasiático ha comenzado como culminó la anterior: con detenciones de periodistas y miembros de sectores enfrentados al Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y mano dura en el tema kurdo.

A primeras horas de este martes se lanzaron redadas policiales en 18 puntos diferentes de la provincia de Esmirna contra la red del clérigo Fetulá Gülen, antaño aliado del AKP y hoy su archienemigo. Un total de 44 personas, en su mayoría mandos policiales y funcionarios de alto nivel, fueron detenidas bajo el cargo de estar involucrados en la “organización terrorista” supuestamente dirigida por Gülen, actualmente residente en Estados Unidos. Este antiguo imán fue recientemente incluido en la lista policial de los terroristas más buscados, junto a miembros del grupo armado PKK y del yihadista Estado Islámico, y se ha pedido a Washington su extradición.

Dos canales de televisión, Bugün TV y KanalTürk, y dos diarios, Bugün y Millet, fueron intervenidos por orden de la Justicia en la semana previa a los comicios del 1 de noviembre por estar vinculados a la cofradía gülenista. En el lugar de sus antiguos directores, fueron colocadas personas cercanas al AKP y los cuatro medios de comunicación cambiaron su línea editorial en espacio de un día: de ser fieros opositores a los islamistas a defensores a ultranza del Gobierno.

La semana poselectoral también ha comenzado con ataques a la prensa crítica pues este lunes, un tribunal ordenó secuestrar la edición de la revista Nokta y detener a su director, Cevheri Güven, y al redactor jefe, Murat Çapan, acusados de “incitar al crimen” por una portada en la que se leía “2 de noviembre: inicio de la guerra civil en Turquía”. Un tribunal decretó posteriormente prisión preventiva para ambos. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, afirmó que EE UU está “muy preocupado” por el hecho de que “medios de comunicación y periodistas críticos con el Gobierno (turco) fueran sometidos a presiones e intimidaciones durante la campaña electoral”.

No es la primera vez que Nokta es objeto de una decisión así. Ya en septiembre, otro número de la revista había sido secuestrado en los quioscos por “insulto al presidente”, Recep Tayyip Erdogan, al que un montaje fotográfico en la portada mostraba haciéndose un selfie con ataúdes de soldados muertos, una referencia a la utilización de la estrategia de la tensión en la cuestión kurda para reforzar el apoyo al AKP de cara a las elecciones.

Si bien el portavoz del partido, Ömer Çelik, y otro importante dirigente de la formación islamista, Besir Atalay, dieron el lunes señales de que el nuevo Ejecutivo podría resucitar las moribundas negociaciones de paz con los insurgentes kurdos a cambio de que el grupo armado PKK abandone la lucha armada, este martes los cazas del Ejército turco volvieron a bombardear posiciones de la organización kurda en el sudeste de Turquía y en el norte de Irak, según informó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en un comunicado.

Además, en tres barrios de la localidad de Silvan (provincia de Diyarbakir) se impuso en la mañana del martes un toque de queda “hasta nuevo aviso” para permitir a las fuerzas de seguridad entrar en estos lugares, en los que se habían atrincherado jóvenes cercanos al PKK. Medios locales aseguraron que desde fuera de los barrios, sitiados por la policía, se escucharon sonidos de disparos y explosiones, y la Delegación del Gobierno de Diyarbakir informó de la muerte de un joven de 22 años. En la localidad de Yüksekova (provincia de Hakkari) hubo también enfrentamientos armados cuando los agentes trataron de derribar las barricadas levantadas por los simpatizantes del PKK y murieron al menos dos personas.

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