Merkel recibe al líder de Baviera para rebajar la tensión por los refugiados

La sede del Gobierno federal en Berlín será este sábado el escenario de una reunión crucial entre Angela Merkel y su principal aliado político, Horst Seehofer, jefe del Ejecutivo regional de Baviera y presidente de la Unión Socialcristiana (CSU), que ha criticado duramente la política de asilo de la canciller. Hasta el punto de que ha llegado a amenazar con retirar a los tres ministros socialcristianos del Gabinete federal y adoptar medidas de emergencia unilaterales, si Merkel no corrige su posición en la crisis de los refugiados. El ultimátum lanzado por Seehofer vence este domingo.

Desde que estalló la crisis de los refugiados, el líder de la CSU, partido hermano de la CDU de Merkel, se ha erigido en el crítico más feroz de la decisión de la canciller de permitir la entrada de decenas de miles de refugiados que entran en el país principalmente a través de la frontera bávara con Austria. El intenso flujo de llegadas ha llevado a las instituciones de Baviera al borde del colapso.

“Estamos preparados para todo”, advirtió Seehofer ante el Parlamento regional el miércoles pasado. “Legalmente y políticamente estamos evaluando todas las consecuencias”, añadió en una jornada en la que el periódico Bild afirmaba que el presidente bávaro estaría dispuesto a retirar a sus tres ministros si Merkel no endurece el control de entrada de refugiados al país.

Además, el jueves pasado, el ministro de Finanzas de Baviera, Markus Söder, señaló desde las páginas del periódico Süddeutsche Zeitung que la histórica alianza entre su partido y la CDU se enfrenta a la “situación más difícil desde 1976”, cuando el entonces líder bávaro Franz Josef Strauss amenazó con romper la relación entre ambas formaciones. “Está en juego la seguridad interior del país y el imperio de la ley”, dijo el ministro de Finanzas de Baviera.

La referencia hecha por Söder a la crisis de 1976 no es casual. En noviembre de ese año, la CSU votó a favor de romper el pacto secular entre los dos partidos y se propuso presentar candidatos fuera de Baviera. La amenaza duro un mes y Strauss dio marcha atrás cuando se dio cuenta de que su partido no contaba con el apoyo suficiente en el resto del país para quitarle voto y poder a la CDU.

“LA CSU parece estar preparada para todo, incluso parece dispuesta a retirarse del Gobierno. Eso equivaldría al estallido de una bomba atómica”, señaló Berthold Kohler, del Frankfurter Allgemeine Zeitung, al hacerse eco de la amenaza de Seehofer. ”¿Qué ganaría la CSU con el ataque atómico? Alemania quedaría políticamente paralizada durante meses y los refugiados seguirían llegando al país”, añadía.

El líder del SPD y vicecanciller, Sigmar Gabriel, advirtió el viernes que el enfrentamiento que protagonizan Merkel y Seehofer ha puesto en peligro el trabajo del Gobierno. “Teniendo en cuenta el gran reto al que se enfrenta nuestro país por la fuerte llegada de refugiados, la disputa entre la CDU y la CSU está amenazando la capacidad del Gobierno para actuar”, señaló Gabriel. “Cuanto más tiempo dure la disputa en el bloque conservador, más gente dará la espalda a la política y más terreno ganarán los radicales de derecha”, añadió el socio de Merkel en la gran coalición.

Al encuentro de Merkel y Seehofer programado en Berlin con idea de hallar un camino de salida al conflicto, seguirá este domingo una ronda entre los jefes de las tres formaciones que integran el Gobierno de gran coalición.