Naciones Unidas insta a respetar los lugares sagrados
Israel rechaza que una fuerza internacional se encargue de la protección de la mezquita Al-Aqsa
La escalada de la violencia en Oriente Medio preocupa a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hasta el punto de que Tayé-Brook Zerihoun, asistente del secretario general para cuestiones políticas, advirtió de las “consecuencias catastróficas” que puede tener si las partes en conflicto no respectan los lugares sagrados de culto. El temor latente es que la espiral sea utilizada por grupos extremistas como el Estado Islámico para “apoderarse” de la causa palestina.
“Es un riesgo”, dijo el representante francés ante la ONU, François Delattre, para luego alertar al resto de los miembros de que ese escenario “sería desastroso”. La reunión del órgano que vela por la paz y la seguridad fue convocada a petición de Jordania. Francia teme que la explosión de la violencia que está teniendo lugar en Cisjordania, Jerusalén, Gaza e Israel lleve a una tercera intifada.
La reunión fue convocada con carácter urgente ante la gravedad de la situación. Los diplomáticos que intervinieron en el debate pidieron a ambas partes contención y que se abstengan de actos que inciten la violencia. París insiste en la urgencia de “relanzar” el proceso político que permita avanzar a una paz justa y duradera. “No podemos limitarnos a gestionar crisis”, insistió el embajador francés.
Vitaly Churkin, el representante ruso ante la ONU, cree que antes es esencial “normalizar la situación en los lugares santos” y por eso pidió a las partes que se abstengan de adoptar medidas que violen el statu quo en los templos. En los mismos términos se pronunció la estadounidense Samantha Power, al considerar que los últimos incidentes no hacen más que elevar las sospechas y el odio.
“Hay una frustración creciente de que las perspectivas de lograr la solución de los dos Estados se disipa”, advirtió la representante de Barack Obama. Aunque expresó su preocupación por la violencia de los colonos contra los palestinos y sus propiedades, reconoció que “el derecho de Israel a defenderse”. El secretario de Estado, John Kerry, viajará a la zona cuando sea “apropiado”.
Cuarteto ampliado
El Consejo de Seguridad está completamente empantanado a la hora de afrontar la crisis en Oriente Medio. Los quince miembros insisten por eso en que la comunidad internacional en su conjunto debe redoblar los esfuerzos para reinstaurar la confianza de que una paz negociada es posible. España, que ocupa la presidencia del órgano, apoya así la idea de ampliar la composición del Cuarteto.
El embajador palestino solicitó una “intervención urgente” porque considera que la escalada de violencia está empezando a adquirir un “carácter religioso muy peligroso”. Y como el representante francés, teme que se está abonando el terreno para que el fenómeno terrorista vaya tomando cuerpo. “El Consejo de Seguridad debe responder a su responsabilidad de preservar la paz”, añadió.
Jordania pide por su parte que se examinen las opciones para dar protección jurídica a los palestinos y considera que las restricciones impuestas a los lugares santos suponen “una violación de los derechos de todos los musulmanes”. “Se debe acabar con medidas que buscan dividir la Mezquita de Al-Aqsa”, añadió. El representante de Israel reiteró su compromiso con el statu quo.
“Hacemos lo que podemos para preservar la santidad del lugar pero el respecto no es mutuo”, añadió el embajador adjunto israelí, David Roet, al tiempo que rechazó la presencia de una fuerza internacional en la tercera mezquita de Jerusalén. “Nuestros ciudadanos no se sienten seguros en la calle. Nos enfrentamos a un enemigo que está dispuesto a morir para matar”, concluyó.
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