Irán no debe abandonar los derechos humanos
El presidente Hasan Rouhaní debe permitir la visita del relator especial de la ONU
Como parte del acuerdo nuclear, Irán ha accedido a permitir el acceso amplio de las instalaciones de enriquecimiento a inspectores internacionales. El gobierno del Presidente Hasan Rouhaní alega que quiere demostrar que cumple con el Tratado de No-Proliferación, del que ha sido parte desde 1968. El gobierno de Irán se prepara entonces para dejar al descubierto la mayoría de sus operaciones a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)
Sin embargo, Irán también ha firmado varios tratados de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos. Por lo tanto, también debería darle la bienvenida al individuo que está a cargo de monitorear los derechos humanos, el Relator Especial de la ONU sobre los Derechos Humanos en Irán, Ahmed Shaheed.
Esta semana, el Presidente Rouhaní asiste a la Asamblea General de las Naciones Unidas. No queda duda que tratará de capitalizar la ola de buena voluntad internacional acumulada como resultado de los esfuerzos de su gobierno en favor del acuerdo diplomático sobre su programa nuclear. No obstante, la comunidad internacional no debería bandonar el tema de los derechos humanos en sus reuniones con Rouhani, permitiendo la entrada del Relator Especial para investigar la realidad de derechos humanos dentro de sus fronteras.
El Relator Especial Shaheed es la persona encargada por el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, para atender las violaciones en Irán. Su misión es documentar las prácticas que hacen a los derechos humanos y trabajar con el gobierno de Irán para que las mismas estén en cumplimiento con sus obligaciones legales. A pesar de siete peticiones formales por los pasados cuatro años, la República Islámica nunca lo ha dejado entrar.
Rouhaní ganó las elecciones de 2013 por dos aspectos fundamentales de su programa de gobierno. El primero fue prometer ponerle fin a las sanciones económicas que estaban golpeando a la economía de su nación. El segundo aspecto fue aumentar el respeto a los derechos humanos del pueblo iraní. Los videos de YouTube de los iraníes celebrando el acuerdo demuestran que, con el capítulo de las sanciones cerrado, el pueblo siente que ha llegado la hora de los derechos humanos. Ellos reclamaron diciendo, “¡Nuestro próximo acuerdo será sobre nuestros derechos civiles!”
Rouhaní ha cumplido su promesa de hacer todo lo posible para acabar con las sanciones al echar hacia atrás el programa nuclear de Irán
Los manifestantes tienen razón. Rouhaní ha cumplido su promesa de hacer todo lo posible para acabar con las sanciones al echar hacia atrás el programa nuclear de Irán, acumulando a su vez un capital político enorme con su gente. Este nuevo auge de buena voluntad y confianza debería animarlo a atender reformas internas sin miedo.
La lista de abusos de derechos humanos que ya conocemos es extensa y chocante. Las declaraciones del ministro de relaciones exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, a Charlie Rose de que “nosotros no encarcelamos a las personas por sus opiniones” fue tan falso que causó protestas hasta entre aquellos que apoyan a Zarif. Actualmente no hay espacios verdaderos para disentir en Irán.
De hecho, Irán es el carcelario principal de periodistas, incluyendo al corresponsal del Washington Post, Jason Rezaian, y el periodista pro-reforma Kayvan Mehrgan y por lo menos 40 otros. Los periodistas, defensores de los derechos humanos y otros prisioneros de conciencia son víctimas de una forma cruel de abuso psicológico y físico dentro de las cárceles de Irán. Puedo dar fe de esto ya que estuve en prisión por mis reportajes acerca de temas relacionados a los derechos humanos.
Además, los derechos de las mujeres iraníes se están deteriorando en Irán, dadas nuevas leyes y políticas que les presentan un complicado laberinto de gestiones para poder asistir al trabajo, al salón de clases y a edificios de gobierno municipales. El vicepresidente para los Asuntos de la Mujer y las Familias de Irán, Shahindokht Molaverdi, ha criticado estas políticas pero sin consecuencia alguna. ¿Qué les pasa a las mujeres comunes y corrientes que retan estas leyes? Solo hay que mirar el caso de Atena Farghdani, una mujer de 28 años de edad que fue sentenciada a 12 años, en gran parte por subir a Facebook imágenes que ella dibujó burlándose de miembros del parlamento por aprobar leyes que limitan el acceso a la salud y la planificación familiar.
Estas tendencias han sido documentadas por el Relator Especial. Es meritorio que, aún desde lejos, Shaheed haya sido capaz de recopilar informes detallados de abusos. Sin embargo, atender estas violaciones requiere un compromiso del gobierno de Irán, que tiene que comenzar por darle acceso en el terreno al Relator Especial. Rouhaní necesita asistencia completa de la ONU si es que va a encarrilar las reformas de derechos humanos necesarias. Una visita del Relator Especial sienta las bases para una relación de trabajo con la ONU y una mejoría real para el respeto de los derechos humanos.
Así como la llegada de los inspectores de la AIEA trazará una nueva era de transparencia en el desarrollo nuclear, permitir la entrada del Relator Especial Shaheed enviaría una señal clara, tanto para el pueblo iraní como para sus nuevos socios comerciales, que Rouhani está listo para comenzar a enfocarse en los derechos humanos dentro de sus fronteras.
Omid Memarian es un periodista iraní que vive en Nueva York. Recibió el Premio de Defensor de los Derechos Humanos de 2005 de Human Rights Watch. Twitter @Omid_M
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