París celebra con tensión su polémico homenaje a Tel Aviv

Después de varios días de intensa polémica, París ha celebrado este jueves su jornada de homenaje a Tel Aviv en la playa artificial de la capital francesa entre grandes medidas de seguridad y algunos momentos de tensión, pero que no han desembocado en incidentes mayores. La controvertida operación, consistente en recrear el ambiente festivo de las playas de Tel Aviv sobre el arenal artificial instalado durante el verano en el Sena, ha generado esta semana duras críticas por parte de la izquierda antiliberal y el asociacionismo propalestino, que vieron en la iniciativa un visto bueno del Ayuntamiento de París a la política del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

El miedo a posibles desmanes entre defensores y detractores de este acto, rebautizado como Tel Aviv sur Seine (Tel Aviv sobre el Sena) en las redes sociales, ha provocado este jueves un impresionante despliegue policial sobre el lugar, con 500 agentes movilizados en la ribera norte del Sena, que han cacheado sistemáticamente a los participantes en el acceso al recinto e incluso han impedido la entrada de un pequeño grupo de jóvenes que lucían camisetas con lemas propalestinos. Durante gran parte del día, la playa ha permanecido semivacía. Por la mañana, apenas un centenar de participantes se concentraban en el recinto, presidido por música a todo volumen, alguna bandera israelí y un tenderete ambulante que permitía degustar especialidades de Tel Aviv, entre algunos turistas descolocados ante el alboroto. Entre los asistentes figuraban asociaciones proisraelíes de distinta índole, desde la Unión de Estudiantes Judíos de Francia —que ha denunciado “la hipocresía de los censores de la iniciativa” en un comunicado— a la Liga de Defensa Judía, grupo cercano a las posiciones de la extrema derecha israelí, que controlaba las filas de acceso a la playa.

A partir del mediodía, la tensión ha aumentado tras el inicio de la contramanifestación convocada, a escasos metros, por una decena de asociaciones propalestinas, encabezadas por Europalestine, que milita por un boicot económico y cultural contra Israel. “El Ayuntamiento querría convertir Tel Aviv en una ciudad como otra cualquiera, cuando pertenece a un Estado colonialista que bombardea a la población civil”, ha expresado uno de sus portavoces, Serge Bonal. La protesta, convocada bajo el nombre de Gaza Plage, ha tenido un cariz más reivindicativo que lúdico. Los participantes han colgado imágenes de distintas víctimas de ataques israelíes, incluidos los niños fallecidos en la playa de Gaza en julio de 2014, además de pancartas que instaban al boicot o acusaban a la alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, de ejercer de “sponsor de la colonización”. En total, cerca de un centenar de personas han participado en la manifestación. La policía ha impedido el acceso de sus participantes al homenaje a Tel Aviv para evitar incidentes.

Desde Tel Aviv, el alcalde de la ciudad, el laborista Ron Huldai, ha agradecido a Hidalgo su “sensatez” al decidir mantener la jornada frente a quienes exigían su anulación. La alcaldesa de París, desestabilizada por esta polémica, también recibió el miércoles el aval del primer ministro, Manuel Valls, quien le brindó su “apoyo total” ante una polémica que calificó de “avalancha de tonterías”.