Frontex pidió ayuda a Bruselas un día antes de la tragedia en aguas libias
La Agencia lamenta que sólo tiene el 16% del equipo técnico necesario para las misiones
La tragedia estaba anunciada. Apenas un día antes del naufragio, el miércoles, de una embarcación de migrantes en aguas libias —en el que murieron 25 personas y 400 fueron rescatados—, Frontex alertó de la falta de medios a la Comisión Europea en una carta a Matthias Ruete, director general de Inmigración del Gobierno de la UE. Hasta el 31 de julio, los Veintiocho sólo habían proporcionado el 16% del material técnico solicitado y el 20% de los recursos humanos necesarios, denunció ayer el director adjunto de la agencia europea de vigilancia de fronteras, Gil Arias.
“La situación es desesperada”, ha señalado este jueves Gil Arias desde la sede de Frontex en Varsovia (Polonia). El responsable ha recriminado también al Ejecutivo comunitario su lentitud en enfrentarse a una situación “caótica” y ha lamentado que la “única solución” sea la de actuar contra las mafias en los países de origen y tránsito. "Se trata de una utopía. Es un Estado fallido”, declaró Arias en clara referencia a Libia, desde donde parten la gran mayoría de barcazas.
Frontex ha hecho dos llamamientos este verano —el 19 de junio y en julio— a los Veintiocho para que les envíen medios para desempeñar las misiones de vigilancia tanto en el Mediterráneo central (Italia), como en el oriental (Grecia). Algunos Estados respondieron pero “ni de lejos” llegaron a alcanzar el nivel de compromiso para cumplir con las espectativas de la Agencia, señaló el responsable. Ante tal panorama, Frontex pidió en la misma misiva del 4 de agosto a la Comisión que hiciese de “mediador” entre la Agencia y los Estados y que “interfiera” en favor de Frontex para lograr más recursos —humanos y logísticos— para las misiones, según fuentes de la UE.
“A pesar de que el plazo para enviar material terminó el 31 de julio, seguimos dando la bienvenida a cualquier recurso”, señaló Arias en un llamamiento desesperado por acabar con la escasez de medios. Frontex asegura que hacen falta desde perros de vigilancia hasta barcos oceánicos, lanchas patrulla, cámaras de visión nocturna y detectores de latidos cardíacos. Escasea el personal de cualquier perfil: agentes expertos en vehículos robados, en identificación de inmigrantes, guardias de fronteras... Ante esta situación la Agencia tiene previsto contratar a empresas privadas aeronáuticas a partir de septiembre.
Frontex pide un “mayor compromiso” y Bruselas aprovecha los acontecimientos —tanto por los miles de refugiados acampados en Calais (Francia) como por los naufragios en el mar— para clamar a la “solidaridad” entre los Veintiocho y recordar su estrategia de inmigración aprobada, con poco éxito, el pasado junio.
“Ningún Estado puede abordar eficazmente las migraciones por sí sólo. Necesitamos un nuevo enfoque, más europeo”, declararon la Alta representante de política Exterior, Federica Mogherini, el comisario de Inmigración, Dimitris Avramopoulus, y el vicepresidente primero de la Comisión, Frans Timmermans, a través de un comunicado conjunto.
La UE, junto con “países clave” del norte de África, se reunirán en La Valeta (Malta) a principios de noviembre para tratar la situación. La Comisión, por tanto, descartó ayer la convocatoria de una cumbre de urgencia. Para Frontex, sin embargo, este encuentro se celebrará demasiado tarde porque es ahora, en los meses de buen tiempo, cuando se necesitan más recursos.
Arias insiste en que este verano la presión migratoria y de recepción de refugiados está siendo “altísima”, especialmente en Grecia, que duplica en número a Italia: 130.000 inmigrantes llegaron a las islas griegas entre enero y junio frente a los 72.000 que consiguieron alcanzar las costas de Italia. “La gravedad, no obstante, es mucho más alta en el Mediterráneo central”, matizó, donde se espera próximamente se superen los 80.000 inmigrantes recatados.
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