Nueve civiles kurdos mueren en un bombardeo de las fuerzas turcas

La Presidencia del Kurdistán iraquí exigió este sábado a Turquía que ponga fin a sus bombardeos sobre las posiciones del grupo armado PKK en el norte de Irak y a la guerrilla kurda le pidió que abandone este territorio para evitar bajas civiles.

Desde hace una semana, cazas de las Fuerzas Armadas de Turquía atacan las bases del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a ambos lados de la montañosa frontera turco-iraquí, así como en el macizo de Kandil (en la frontera iraní-iraquí), donde se encuentra el cuartel general del grupo armado. De acuerdo a la agencia oficial turca Anadolu, estos bombardeos han matado a 260 milicianos de la guerrilla kurda, que, en cambio, sólo reconoce poco más de media docena de bajas. De acuerdo con las fuentes kurdas, nueve civiles murieron y otros 15 resultaron heridos en el bombardeo turco de una aldea en las montañas de Kandil durante la madrugada de este sábado.

“El PKK debe alejar el campo de batalla de la región del Kurdistán para evitar que los civiles se conviertan en víctimas de esta guerra. Si el PKK no tuviese bases en esta región, Turquía no estaría bombardeando civiles”, afirmó, en un comunicado, la oficina del presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani.

En los últimos días, el Gobierno central iraquí también ha criticado la “violación de la soberanía” que suponen los ataques aéreos turcos en su territorio, algo que ha sido respondido por el Ministerio de Exteriores turco con duras palabras: “Aunque el Gobierno iraquí subraya su compromiso de no permitir ataques hacia Turquía desde territorio iraquí, está claro que este compromiso no ha sido cumplido y numerosos militantes armados del PKK han continuado siendo acogidos en territorio iraquí durante años”. Turquía e Irak mantienen un acuerdo según el cual las fuerzas de seguridad de estos países pueden penetrar en territorio del país vecino para perseguir a “terroristas”, pero se limita a un espacio de 15 kilómetros al otro lado de la frontera.

El Gobierno Regional del Kurdistán iraquí y el PKK mantienen relaciones problemáticas dado que, aunque luchan de forma conjunta contra el Estado Islámico en diversos frentes (por ejemplo en Sinjar o Mahmur) mantienen posiciones divergentes y lucha por la hegemonía sobre los kurdos de varios países. De hecho, la agencia Firat, cercana al PKK, publica este sábado un artículo criticando la posición del Partido Democrático del Kurdistán (KDP), ligado al clan Barzani y el más poderoso en el Kurdistán iraquí, por acercar sus posiciones a Turquía. El Kurdistán iraquí, rico en recursos petrolíferos, mantiene estrechas relaciones comerciales con Turquía y ha criticado duramente los ataques de la guerrilla kurda contra instalaciones como el oleoducto Kirkuk-Ceyhan.

Esta disputa llega tras una nueva noche de violencia en Turquía. Un soldado murió en un ataque del PKK en la provincia de Kars (noreste). En la contigua provincia de Agri, tres jóvenes fallecieron en un asalto de la policía a una vivienda. Las fuerzas de seguridad aseguran que se trataba de militantes del PKK, mientras que medios de oposición denuncian que los jóvenes fueron “ejecutados”. Otros dos militantes del PKK murieron en la provincia de Van (este) en un combate entre militares y el grupo armado.