Un exdelegado de las FARC en La Habana muere en un bombardeo

A los más de 40 guerrilleros que ha perdido las FARC desde que suspendieron la tregua que mantenían hace cinco meses, lo que ha tensado las conversaciones de paz, se suma, que uno de los muertos es un jefe guerrillero que formó parte de la delegación de paz en La Habana, sede de los diálogos. Se trata de Pedro Nel Daza Martínez, conocido con el alias de Jairo Martínez, tercero al mando del Bloque Sur de las FARC, la segunda estructura más fuerte del grupo subversivo con cerca de 2.500 combatientes.

El anuncio fue hecho por Pastor Alape, uno de los negociadores guerrilleros en Cuba, quien explicó que Martínez murió en el bombardeo que el pasado jueves mató a 27 de sus hombres, lo que provocó que las FARC levantaran su tregua. Desde entonces, la ofensiva militar se ha intensificado y se han prendido las alarmas por el recrudecimiento de la violencia y el impacto humanitario que esto pueda tener en las comunidades que viven en medio de la guerra.

La muestra es que tras ese bombardeo en Cauca, al suroeste del país, ya han salido desplazadas cerca de 400 personas, en su mayoría afrocolombianas, según el último reporte de Naciones Unidas. Y otro grupo similar está en riesgo de desplazarse por temor a las retaliaciones de la guerrilla contra las Fuerzas Militares.

La muerte del jefe guerrillero es un duro golpe para las FARC. “Era el jefe del trabajo político de las FARC en el sur del país y estaba haciendo pedagogía de la paz (entre sus hombres)”, dice Ariel Ávila, analista del conflicto de la Fundación Paz y Reconciliación. Según Ávila, así como el Gobierno trabaja por dar a conocer los avances del proceso de paz en los más diversos sectores del país para ganar credibilidad, lo mismo hace la guerrilla con sus bases.

Denunciaron que varios de los guerrilleros heridos en este operativo, fueron “rematados con tiros de gracia”

Las FARC han explicado en un comunicado que Jairo Martínez, quien se integró a la delegación de paz en febrero de 2014, estaba “en misión de pedagogía” en el frente 29, blanco del bombardeo. También denunciaron que varios de los guerrilleros heridos en este operativo, fueron “rematados con tiros de gracia” algo que fue desmentido por los forenses de Medicina Legal, quienes trabajan en la identificación de los cuerpos.

Aún así, la guerrilla ha llamado al presidente Juan Manuel Santos a no continuar con “baños de sangre”, si es que se quiere avanzar en las negociaciones, que por ahora siguen su curso en Cuba bajo la premisa de que se negocia en medio del conflicto armado. “Pensamos que hay que restablecer la confianza y retomar el esfuerzo de las partes tendientes a concretar las medidas de desescalamiento del conflicto que estábamos analizando”, dice el comunicado de las FARC, en referencia al acuerdo de empezar a limpiar de minas antipersona algunas zonas del país.

A la muerte de Jairo Martínez se suma la de Román Ruíz, jefe de otro bloque de la guerrilla y miembro desde hace poco del Estado Mayor Central, la segunda instancia de todo el grupo subversivo. Este último cayó en medio de un combate con el ejército el lunes, en las selvas del Chocó, al noroeste de Colombia, junto a dos guerrilleros más. Uno de ellos, según un reporte militar divulgado en la noche del miércoles, es Adán de Jesus Jiménez, alias Chaqueto, uno de los jefes del frente 36. “Era el responsable del manejo de las finanzas producto del narcotráfico y extorsión a los mineros del nordeste de Antioquia”, dice un comunicado. Según los medios locales, Chaqueto también formó parte de la delegación de las FARC en La Habana.