Osama Bin Laden, director de recursos humanos

"Por favor, introduzca la información necesaria con exactitud y veracidad. Escribe de manera clara y legible. Nombre, edad, estado civil. ¿Desea ejecutar una operación suicida?"

El formulario de solicitud de Al-Qaeda comienza como la de cualquier gran empresa, pero lleva a los reclutas rápidamente hacia un lugar más oscuro: "¿A quién debemos contactar en caso de que usted se convierte en un mártir?"

El reclutamiento de una red yihadista global es un trabajo complicado, sobre todo si —como el difunto Osama Bin Laden— está escondido en una urbanización de Pakistán rodeada de drones estadounidenses.

Pero incluso así, no es un motivo suficiente para no ser metódica, como la forma de contratación militante detallada que lleva la marca de agua de Comisión de Seguridad, Organización Al-Qaeda.

El documento fue uno de los materiales de inteligencia incautados por los comandos estadounidenses el 2 de mayo de 2011 después de que irrumpieran en el escondite de Bin Laden en la ciudad paquistaní de Abbottabad y lo mataran a tiros.

Las agencias de inteligencia estadounidenses han desclasificado la forma de reclutamiento de Al-Qaeda y alrededor de 100 otros documentos de archivo de Bin Laden el miércoles, lo que permite una penetración en su planteamiento en sus últimos años.

"Una de las especialidades que necesitamos que no debemos pasar por alto es la ciencia de la administración", reza una larga nota, llamando a un programa de formación profesional.

El documento llama no sólo a jóvenes voluntarios motivados con profundas convicciones religiosas, sino también con buenas calificaciones en ciencia, ingeniería y gestión administrativa.

Bin Laden pidió que algunos seleccionados fueran entrenados en casas de seguridad de Al-Qaeda en Pakistán durante meses antes de ser enviados para lanzar ataques en Occidente.

"Una persona tiene que ser piadosa y paciente", se puede leer en una nota de la planificación, rindiendo homenaje a la discreción de los agentes que llevaron a cabo el bombardeo de la embajada de Estados Unidos en Nairobi 1998. "En el momento en el que nos demos cuenta de que alguien da muestras de aburrimiento, no termina las tareas asignadas para él y se enfada fácilmente, tenemos que sacarlo del trabajo externo [ expresión para referirse a los ataques contra objetivos occidentales fuera del campo de batalla]. En Kenia los hermanos permanecieron dentro de una casa durante nueve meses". 

En otro documento que los analistas de la CIA creen que fue escrito, ya sea por Bin Laden o un líder operativo de Al-Qaeda de alto nivel, el grupo advierte que algunos reclutas se están desplegando demasiado pronto. Se cita el ejemplo de un voluntario que sólo fue capaz de permanecer durante dos meses porque tenía que regresar a Occidente. "Le dimos un curso de explosivos y viajó de regreso antes de que expirara su residencia y no hemos sabido nada de él desde que se fue", dice.

El memorando sin fecha, mantiene la esperanza de que los grupos enviados a Gran Bretaña y Rusia aún puedan ser capaz de montar ataques, pero hay preocupaciones de que un escuadrón de tres hombres enviados a Dinamarca había podido ser arrestado.

El aprieto en el que Al-Qaeda se encontraba era que sus yihadistas experimentados, curtidos en la batalla en Afganistán, a menudo eran conocidos por las agencias de inteligencia "enemigas" y carecía de documentos de viaje.

Los reclutas jóvenes con las habilidades y los documentos de infiltrarse en Occidente carecían de la paciencia y la formación para la guerra.

La respuesta de Bin Laden está redactado en un lenguaje sorprendentemente gerencial: "Necesitamos un departamento de desarrollo y planificación."

Al-Qaeda planeaba delegar en un teniente clave para poner en común la investigación yihadista y las mejores prácticas en un centro de excelencia, para asegurar que la nueva ola de atacantes fueran eficaces.

"Vamos a enviar a algunos de los hermanos más brillantes ... para estudiar en las universidades", dice la nota, con la promesa de crear una generación de ingenieros informáticos muyahidines, administradores de empresas y politólogos. Los químicos, por supuesto, los más demandados.

Aunque los medios de comunicación y especialistas en esos temas también son importantes. Así, Bin Laden planeó una campaña de relaciones públicas para conmemorar el décimo aniversario del ataque del 11 de septiembre de 2001, una fecha que no vivió para ver.