Irak asegura que el ‘número dos’ del Estado Islámico ha muerto
El Mando Central estadounidense dice no tener constancia de la muerte de Al Afari
El Ministerio de Defensa iraquí comunicó este miércoles que, según información de sus servicios de inteligencia, un bombardeo de la coalición liderada por Estados Unidos acabó con la vida de Abd al Rahman Mustafa al Qaduli, también conocido como Abu Alaa al Afari y supuesto nuevo hombre fuerte en las filas del Estado Islámico (EI). Según la nota publicada por Bagdad, acompañada de un vídeo con el supuesto ataque, Al Afari murió en un bombardeo contra una mezquita de Tel Afar, al noroeste de Mosul, bastión y vía de acceso del EI para cruzar desde Siria. El Mando Central de Estados Unidos (Centcom) aseguró no tener constancia de la muerte de Al Afari.
La coalición informó en su parte diario de que había atacado a los yihadistas en esa zona en las últimas horas. Poco después, el Centcom matizó y aseguró que no habían alcanzado mezquita alguna. El Mando estadounidense fue un poco más allá y envió a los medios el mismo vídeo que el Ministerio de Defensa iraquí tenía alojado en su web con el supuesto bombardeo que mató a Al Afari. Según Washington, ese ataque se produjo el 4 de mayo. La web iraquí retiró la grabación durante la tarde.
Al Afari se ha convertido en las últimas semanas, en opinión de los expertos en la materia, en el nuevo hombre fuerte del EI, ante la supuesta convalecencia del califa y líder de la organización terrorista, Abubaker al Bagdadi. Según confirmó a este diario el experto y asesor de inteligencia del Gobierno iraquí Hisham al Hashimi, Al Bagdadi fue alcanzado el 18 de marzo en un bombardeo de la coalición sobre Al Baaj, en la provincia de Nínive.
Esa información, adelantada por el diario The Guardian, no fue confirmada por Estados Unidos. Desde entonces, reporteros y analistas han señalado a Al Afari, profesor de física de Mosul con una larga carrera en el yihadismo de Mesopotamia, como el relevo de Al Bagdadi y nuevo hombre al frente de las operaciones debido a la indisposición del califa. Así lo han apuntado el propio Al Hashimi y Hassan Hassan, uno de los mayores expertos en el Estado Islámico.
Las informaciones sobre la ascensión de Al Afari cogieron mayor vuelo la pasada semana después de que el Departamento de Estado incluyese en su lista de los más buscados a varios miembros del EI, entre ellos, a Abd al Rahman Mustafa al Qaduli, por el que Washington ofrece como recompensa siete millones de dólares. El pasado fin de semana se supo que Al Afari dio un discurso durante el viernes de oración desde la mezquita de Mosul a la que Al Bagdadi acudió para dirigirse a sus fieles tras la conquista de la ciudad y la proclamación del califato. Según escribió este martes el experto Patrick Skinner en The Soufan Group, un centro de análisis estadounidense, Al Afari, en un discurso que simboliza su importancia en la cúpula yihadista, manifestó a los fieles que "viene días difíciles", pero no mencionó a Al Bagdadi ni su estado de salud.
Al Afari es un veterano yihadista con buena experiencia militar. Se vinculó a la rama iraquí de Al Qaeda en tiempos del jordano Abu Musab Al Zarqaui. Estuvo en prisión en Irak hasta su puesta en libertad en 2012. Viajó entonces a Siria para unirse al entonces Estado Islámico de Irak y Levante, posteriormente conocido como Estado Islámico -Daesh, en su acrónimo peyorativo-. Hasta ahora, sin embargo, Al Afari no había sido situado en lo alto del Consejo de la Shura, órgano decisorio del EI y correa de transmisión de las órdenes del califa.
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