Estados Unidos busca abrir una vía de diálogo con el Gobierno de Maduro
Un alto funcionario estadounidense viaja a Caracas para atajar la crispación por las sanciones impuestas desde Washinsgton
Estados Unidos trata de abrir una vía de diálogo con el Gobierno de Venezuela para atajar el impacto que han generado las sanciones contra funcionarios del país caribeño. El Departamento de Estado confirmó ayer a este diario que el consejero del secretario de Estado, Thomas Shannon, se encuentra en Caracas, en un intento por matizar los permanentes roces diplomáticos entre ambos países antes de la Cumbre de las Américas, que se celebrará mañana y el sábado en Panamá. “Venezuela ha invitado recientemente al Gobierno de Estados Unidos para que envíe a un representante a reunirse con el presidente Nicolás Maduro. Su Gobierno ha llamado reiteradas veces al diálogo y nosotros siempre hemos dejado claro que queremos mantener relaciones diplomáticas y estamos dispuestos a hablar directamente”, asegura un portavoz del Departamento de Estado, que confirmó que Shannon llegó a Caracas el martes y estará en Venezuela hasta hoy.
La visita de Shannon ha sido recibida con mucha expectativa no solo por las pésimas relaciones políticas que mantienen Caracas y Washington desde hace varios años, sino por las declaraciones que ofrecieran el martes por separado tanto Ben Rhodes como Ricardo Zúñiga, asesores de la Casa Blanca en temas de Seguridad Nacional y Asuntos Hemisféricos, para aclarar el alcance de las sanciones dictadas por su país hace un mes contra siete funcionarios venezolanos. “Venezuela no representa amenaza alguna para Estados Unidos”, explicó Rhodes, al tiempo que precisó que el lenguaje que ha llamado tanto la atención a la comunidad internacional es un formato estándar con el que se elaboran órdenes similares a las dictadas contra el país sudamericano.
Washington calificó “como una amenaza extraordinaria” al Gobierno de Venezuela en el preámbulo de la medida dictada. La afirmación luce exagerada y así fue recibida por una parte de la oposición local y el clero venezolano. Ha sido también muy manifiesto el rechazo de los aliados del régimen chavista en América y la indiferencia del grueso de los Gobiernos de la región al contenido del decreto. Roberta Jacobson, actual subsecretaria para el Hemisferio Occidental, notó esa falta de respaldo en una declaración ofrecida el fin de semana, en la que admitió sentirse “decepcionada” por la reacción. “El tono que están usando ahora los líderes latinoamericanos demoniza a Estados Unidos como si fuera la fuente de los problemas de Venezuela. Las sanciones no eran para dañar a los venezolanos o al Gobierno venezolano en su conjunto”.
La pregunta que se hacen los analistas locales es si la visita de Shannon busca evitar que la tensión con Venezuela se convierta en el tema central de la reunión de Panamá. Una declaración avala las especulaciones. El martes, Ricardo Zúñiga aseguró: “La cumbre debe ser un momento para tener un intercambio civilizado con todos los líderes”.
"El tono que están usando ahora los líderes latinoamericanos demoniza a Estados Unidos como si fuera la fuente de los problemas de Venezuela", dice Roberta Jacobson
Desde que se anunciaron las sanciones el 9 de marzo el régimen chavista tomó solo una parte del decreto, la que califica a Venezuela como una amenaza, para manipular el contenido e iniciar así una campaña nacional e internacional para declararse víctima de una agresión imperial. Durante casi un mes el principal objetivo político ha sido recoger diez millones de firmas de venezolanos que avalan una petición de suspender la orden firmada por Obama. En los días previos, en medio de la euforia, el Gobierno de Venezuela ha dicho que entregará las rúbricas en la cumbre. Según Maduro van poco más de nueve millones de nombres y se sumarán las firmas recogidas en otros países.
La visita de Shannon también sugiere que Estados Unidos está buscando rebajar el impacto que ha generado el lenguaje administrativo utilizado en el decreto. Ha sido una gran equivocación en las formas que le permite al Gobierno venezolano llegar casi victorioso a la cumbre y generar un ambiente contrario a los intereses estadounidenses en los foros paralelos a la cita principal. El opositor diario El Nacional, citando a los partidos políticos aliados del gobierno venezolano, asegura que Caracas enviará a Panamá a 825 activistas para protestar contra Obama y apoyar a Maduro. “Habrá marchas, caravanas y tribunas antiimperialistas”, afirmó Rafael Uzcátegui, secretario general del oficialista Patria Para Todos, quien aseguró que desde Nicaragua, estrecho aliado del chavismo, partirá una delegación con un propósito similar.
Maduro recibió de buena manera las comparecencias de Rhodes y Zúñiga en su programa semanal de radio y televisión. “Son declaraciones interesantes. Estamos interesados en una amistad con respeto a nuestra idea de revolución”. No mencionó la presencia de Shannon en el país.
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