David Cameron ofrece esperanza en sus presupuestos más políticos
El Gobierno británico anuncia rebajas fiscales a las clases medias y bajas
Convertir la recuperación económica en votos. Ese es el principal objetivo de los presupuestos generales que ha presentado este miércoles el Gobierno británico, los más políticos hasta la fecha, a 50 días de unas elecciones generales para las que la última encuesta, publicada esta mañana, sitúa a las conservadores dos puntos porcentuales por detrás de los laboristas.
George Osborne, canciller del Exchequer, ha anunciado rebajas fiscales para los más desfavorecidos y una relajación, para finales de la próxima legislatura, de la política de austeridad que viene imponiendo el Gobierno de coalición desde su llegada al poder en 2010. Pero, sobre todo, ha presumido de una economía británica que ha crecido en el último año más que la de ningún otro país occidental, y que se espera que crezca un 2,5% en 2015. “Reino Unido camina firme de nuevo”, ha dicho el responsable de sus finanzas. “Estamos siguiendo el camino desde la austeridad hacia la prosperidad. Estamos sustituyendo el desastroso modelo económico que heredamos en 2010. El sol empieza a brillar y estamos arreglando el tejado”.
El canciller ha presumido de los datos de empleo publicados esta mañana por la Oficina Nacional de Estadística, que señalan un récord histórico. La tasa de paro sigue en un 5,7%, pero el porcentaje de personas con trabajo (73,3%) es el mayor desde que se empezaron a realizar los registros en 1971. “Solo el condado de Yorkshire ha creado más empleo que Francia entera”, ha presumido Osborne.
Estamos siguiendo el camino desde la austeridad hacia la prosperidad
Los presupuestos presentados este mediodía suponen un adelanto de la estrategia de los tories para la campaña y un intento de neutralizar la de sus rivales laboristas, basada en los ataques a los recortes en el gasto público. Las finanzas públicas siguen siendo delicadas, ha dicho el titular de Economía, pero las familias tienen delante un horizonte mejor si permiten con sus votos que los tories sigan con su plan de recuperación a largo plazo. “¿Volvemos al caos del pasado o seguimos con un plan que está funcionando para los británicos?”, ha preguntado Osborne en su intervención de una hora en la Cámara de los Comunes. “Hoy realizamos esa elección: nosotros elegimos el futuro. Tenemos un plan que funciona y este es un presupuesto que funciona para usted”.
Unos datos de inflación más bajos de lo previsto permiten al Gobierno ahorrar en intereses de la deuda y en actualización de prestaciones sociales y le proporcionan 6.000 millones de libras para ilusionar a los votantes más perjudicados por la crisis. A los más pobres les ha anunciado una corrección al alza del umbral de ingresos por debajo el cual se está exento del impuesto sobre la renta: de 10.800 a 11.000 libras anuales este curso y hasta 12.500 en 2015-2016. A los jóvenes les ha prometido ayudas a la compra de la primera vivienda. Y los pensionistas se beneficiarán de la creación de un mercado secundario donde puedan vender sus anualidades.
Para las depauperadas ciudades del norte de Inglaterra ha avanzado inversiones en infraestructura y una mayor devolución de competencias: Manchester podrá retener el 100% de lo que recaude de más con el impuesto de sociedades, y oras ciudades podrán sumarse a esta potestad. También la industria petrolera del Mar del Norte, gravemente perjudicada por la bajada de los precios del petróleo, ha recibido su ración de apoyo, en forma de un paquete de ayudas por valor de 1.300 millones de libras.
Para financiar los gastos se recurrirá a los más ricos y a los bancos. Osborne ha anunciado una subida de dos puntos (del 25% al 27%) en el impuesto sobre la renta para el 1% más rico de la sociedad, y nuevas medidas contra la evasión fiscal. “La tolerancia de este país con los que no pagan su cuota de impuestos ha terminado”, ha asegurado. Con el sector financiero recuperándose ya de la crisis, el canciller espera obtener hasta 5.300 millones de libras más a través de subidas de impuestos a los bancos. “Tuvieron nuestra ayuda en la crisis”, ha dicho el canciller, “ahora deben apoyar a todo el país mientras se recupera”.
La oposición ha recibido con escepticismo estos presupuestos preelectorales. “La distancia entre la retórica del Gobierno y lo que vive el país nunca ha sido mayor”, ha criticado Ed Miliband, líder del Partido Laborista. “Estos son unos presupuestos que la gente no se cree, de un Gobierno en el que la gente no confía. Una recuperación para unos pocos de un Gobierno que trabaja para unos pocos”.
La macroeconomía parece soplar a favor de los intereses del Gobierno. Con un crecimiento medio del 2,6% en 2014 y la bajada de los precios del petróleo, muchos economistas esperan una corrección al alza de las previsiones. Pero, para el Gobierno, aún hay espacio para más recortes: los presupuestos pretenden ahorrar 13.000 millones de libras en prestaciones sociales. Aún así, los conservadores confían en que estos datos de recuperación consigan garantizar que estas sextas cuentas públicas de Osborne, que se han presentado hoy, no sean las últimas de un Gobierno de David Cameron.
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