_
_
_
_

La CIA premia al misterioso Araña

Muy pocos conocen la identidad del nuevo director del Servicio Nacional Clandestino

Vestíbulo de la sede de la CIA, en Langley.
Vestíbulo de la sede de la CIA, en Langley.Cordon Press

Se sabe muy poco de él. Quienes lo conocen lo apodan Araña. Su nombre es Greg y ronda los 50 años. Tiene un espeso bigote y un cuerpo esbelto. Fue soldado y posee experiencia en acciones sobre el terreno. El resto son rumores, que han alimentado una cierta leyenda. Como la que asegura que salvó la vida al expresidente afgano Hamid Karzai. Desde finales de enero, este hombre misterioso -y que quiere seguir siéndolo- es el nuevo director del Servicio Nacional Clandestino, la rama oculta de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).

Hasta entonces, Greg dirigía la División de Actividades Especiales, la fuerza de élite paramilitar de la CIA. Ahora se encarga de coordinar todas las actuaciones de espionaje de la agencia en el mundo. Es habitual que la institución con sede en Langley (Virginia), a las afueras de Washington, no difunda la identidad de su espía número uno. Pero en ocasiones no logra evitar filtraciones, como sucedió en 2013 con el predecesor de Araña: Frank Archibald, que dirigió la división de la CIA en América Latina, estuvo desplegado en África y Pakistán, y se especula que participó en una operación encubierta que ayudó a derrocar al expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic.

Se llama Greg y la leyenda sostiene que salvó la vida al expresidente afgano Hamid Karzai en una explosión en 2001

La clandestina es una de las cuatro divisiones del organigrama de la CIA. Se creó como tal en 2005 aunque sus funciones existen desde la fundación de la agencia en 1947. Su misión es “fortalecer los objetivos de seguridad nacional y política exterior por medio de la recopilación de inteligencia humana y acciones encubiertas”, según detalla la agencia en su página web. El servicio clandestino está organizado por áreas geográficas y temáticas.

En el comunicado de nombramiento, la CIA describió a su nuevo jefe de espionaje como uno de sus “líderes más talentoso y versátil” con una “experiencia remarcable” y “conocimiento de lo que se necesita para llevar a cabo con efectividad operaciones, incluso en las condiciones más difíciles”.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Greg fue en dos ocasiones responsable de la oficina de la CIA en Afganistán. Numerosos testimonios sostienen que en diciembre de 2001 Araña se lanzó a proteger a Karzai, que aún no era presidente de Afganistán, de la explosión provocada por un ataque con bombas lanzado accidentalmente por EE UU y en el que fallecieron tres norteamericanos. Otros, sin embargo, esgrimen que no actuó deliberadamente, sino que la fuerza de la detonación lanzó a Greg sobre el político afgano e hizo que ambos empezaran a rodar.

Es habitual que la CIA no revele la identidad del jefe de su división clandestina, que se creó en 2005 aunque sus funciones existen desde la fundación de la agencia en 1947

Fuera como fuera, el suceso unió a ambos individuos. Greg se fraguó la confianza de Karzai y se erigió en un actor clave en la convulsa transición afgana. En 2010, lo acompañó en la reunión que celebró en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama. Y en 2012, cuando servía nuevamente como jefe de la CIA en Kabul, el Gobierno de Washington le pidió que intercediera para tratar de mejorar la maltrecha relación con el líder afgano.

Archibald dimitió a principios de enero como director del servicio clandestino al oponerse a la reorganización que contempla el máximo responsable de la CIA, John Brennan. Y que podría consistir en diluir las barreras actuales para hacer que analistas y agentes de la agencia trabajen juntos en microcentros dedicados a determinados asuntos.

Los partidarios aducen que el cambio mejoraría el conocimiento de los analistas sobre adversarios, como la red terrorista Al Qaeda; pero los detractores alegan que mermaría la independencia y especialización de los agentes. Greg participó el año pasado en el panel interno que evaluó posibles reformas en el seno de la CIA. Ahora, Brennan ha premiado a este misterioso agente ascendiéndolo a la cúpula.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_