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Australia revela detalles sobre el sitio del café de Sidney

Una comisión especial comenzó la investigación del secuestro de dieciocho personas, en el que murieron dos rehenes y el atacante

Coronas de flores adornan los retratos de Katrina Dawson y Tori Johnson, fallecidos en el ataque terrorista, el pasado 23 de diciembre.
Coronas de flores adornan los retratos de Katrina Dawson y Tori Johnson, fallecidos en el ataque terrorista, el pasado 23 de diciembre. PETER PARKS (AFP)

Man Haron Monis entró como un cliente más en el café Lindt de Martin Place, uno de los locales más populares del centro de Sidney. Eran las 8:33 del día 15 de diciembre de 2014 y los empleados del distrito financiero acudían al trabajo con la mente puesta en el verano austral y en las inminentes vacaciones de Navidad. Sin embargo, la fecha ha quedado grabada a fuego en la memoria australiana como el día en que el país perdió su inocencia frente al terror de corte islamista. Ayer jueves, una comisión especial comenzó la investigación para intentar esclarecer lo que sucedió durante las dieciséis horas que duró el secuestro de dieciocho personas en el interior del café, en el que murieron dos rehenes y Monis.

Monis, que realizó dos disparos, fue alcanzado 13 veces en la cabeza y en el cuerpo por las fuerzas de seguridad

La sesión se centró en los hechos ocurridos entre la mañana del 15 de diciembre y la madrugada del 16, cuando la policía irrumpió en el local y puso fin al secuestro. El asistente del juez de instrucción, Jeremy Gormly expuso los hechos basándose en los informes policiales y las declaraciones de los rehenes. Según Gormly, a las 2:14 de la madrugada un francotirador de la policía vio a Monis obligando a arrodillarse al encargado del café, Tori Johnson. El secuestrador, armado con una escopeta recortada, alzó el brazo y disparó a Johnson en la cabeza.

El asalto al café comenzó pocos segundos después. Los agentes lanzaron primero once granadas de sonido y luz que provocaron un total de 99 explosiones. La mayor parte de los rehenes aprovecharon estos segundos iniciales para escapar del café. Mientras, las fuerzas de seguridad irrumpían en el establecimiento y disparaban 22 veces a Monis, que realizó dos disparos y fue alcanzado 13 veces en la cabeza y en el cuerpo. Otros tres rehenes fueron alcanzados por fragmentos de munición que les causaron heridas leves. Otra rehén, la abogada Katrina Dawson, recibió seis fragmentos. Uno de ellos alcanzó una arteria que provocó su muerte unos segundos después.

Monis no habría estado en contacto con el Estado Islámico, según apuntan los investigadores

Además de la narración exhaustiva de los hechos, los investigadores escucharon de Gormly que Monis no habría estado en contacto con el Estado Islámico, a pesar de que en su primera llamada al teléfono de emergencias obligó a un rehén a declarar que “este es un ataque a Australia por parte del Estado Islámico”. El secuestrador también afirmaba llevar bombas en su bolsa deportiva y haber colocado explosivos en otros puntos de la ciudad. Pero la policía no encontró ningún dispositivo.

Las próximas sesiones girarán alrededor de la experiencia de los rehenes, la gestión de la situación por parte de las autoridades australianas, el secuestrador, el hecho de que estuviera en libertad bajo fianza y cómo obtuvo la pistola que utilizó. Entre las cuestiones claves de la investigación está por determinar si el secuestro fue un acto de terrorismo islamista o si fue la acción de un lobo solitario. También intentará averiguar cómo Monis, fichado, reincidente y en libertad bajo fianza, pudo escapar a las redes de vigilancia antiterrorista.

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