Obama y Modi profundizan en el acercamiento entre EEUU e India
Ambos mandatarios avanzan en las negociaciones sobre cooperación nuclear civil
Podrían haber sido Rick Blaine y el capitán Louis Renault en la escena final de Casablanca. Pero fueron el presidente de EE UU, Barack Obama, y el primer ministro indio, Narendra Modi, quienes subrayaron este domingo en Nueva Delhi su “fuerte amistad”, personal y entre sus dos países. Los dos, sonrientes, comparecieron ante la prensa para dar a conocer un avance en materia de cooperación nuclear civil y el estrechamiento de unas relaciones que ambos Gobiernos tienen un gran interés en profundizar.
Obama, que ha roto con la tradición que obligaba a los presidentes estadounidenses a visitar en el mismo viaje India y Pakistán, se encuentra en Nueva Delhi para ser este lunes el invitado de honor en el desfile del Día de la Independencia, el primer mandatario de EE UU al que se concede este honor. Modi había invitado personalmente a Obama, en una prueba del afán en estrechar relaciones del primer ministro indio. Un interés tanto más llamativo si se considera que durante una década y hasta que el año pasado ganó las elecciones con una aplastante victoria fue persona non grata en EE UU, por su inacción para detener en 2002 la violencia religiosa de hindúes contra musulmanes en Gujarat, donde era jefe del gobierno local. El auge de China, la gran potencia asiática, no es ajeno a este afán.
Los dos mandatarios, que conversaron durante tres horas -primero en un almuerzo de trabajo y después en una reunión bilateral y un paseo de los dos a solas- anunciaron un avance para destrabar el acuerdo suscrito entre los dos países en 2008 sobre cooperación nuclear civil. Desde 2010, las negociaciones se topaban con las estrictas leyes indias sobre responsabilidad legal en caso de un accidente nuclear. “Hemos roto el punto muerto y avanzamos hacia la plena puesta en marcha del acuerdo”, aseguró Obama. “Es un paso importante que muestra cómo podemos colaborar para profundizar en nuestra relación”, agregó. Por su parte, Modi confirmó que “seis años después de la firma de nuestro acuerdo bilateral, estamos avanzando hacia la cooperación comercial, de manera consistente con nuestras leyes y nuestras obligaciones legales internacionales”.
El embajador de EE. UU. en Nueva Delhi, Richard Varma, precisó que el avance incluirá el establecimiento de un pool de compañías de seguros que den cobertura a las empresas interesadas en construir reactores nucleares. “Al final dependerá de las empresas, pero los dos Gobiernos han alcanzado un entendimiento”.
Modi y Obama también acordaron establecer un canal directo de comunicación entre los líderes de cara a la reunión de París sobre cambio climático. Los dos países llegaron también a acuerdos para la cooperación en materia de defensa, energías renovables y trato fiscal y para retomar las negociaciones para un tratado bilateral de inversiones. El intercambio comercial alcanza los 100.000 millones de dólares anuales, una cifra que ambas partes consideran que cuenta con un gran potencial de crecimiento.
Los dos líderes dejaron clara su sintonía personal. El primer ministro indio rompió con el protocolo al acudir al aeropuerto a recibir al presidente estadounidense y saludarle con un fuerte abrazo. Tras un almuerzo que incluyó platos como crema de espárragos o “bhuna gosht boti” -un curri de cordero con tomate y cebolla-, su paseo por los jardines de Hyderabad House, la residencia para huéspedes oficiales, dejó en evidencia también la cordialidad entre los dos líderes. Los dos tienen previsto participar conjuntamente en un programa de radio. “Esta química no solo nos ha acercado a Barack y a mí, sino también a Washington y Nueva Delhi”, declaró Modi.
India ve a EE. UU. como clave, entre otras cosas, para sus intentos de desarrollar su economía y para contrarrestar el empuje Pekín. Por su parte, el Gobierno estadounidense ve a India como un país con gran potencial económico -si bien con una lentitud en su proceso de reformas que ha encontrado frustrante en ocasiones- y un actor clave en Asia, que pueda dar la réplica ante la pujanza de China. La Casa Blanca ha visto con satisfacción cómo Modi ha mantenido una cierta distancia hacia los intentos de acercamiento de Pekín al tiempo que estrechaba relaciones con Tokio y Washington. No obstante, asegura que no se trata de poner trabas al gigante asiático.
Según Rick Rossow, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS), Washington quiere “un futuro asiático multipolar”, en el que India sea “otro polo de poder pero no un contrapeso” de Pekín. Los dos países emitieron este domingo un comunicado conjunto sobre su “visión estratégica” en Asia-Pacífico y el océano Índico.
El presidente estadounidense concluirá su visita el martes, unas horas antes de lo previsto, para rendir homenaje en Riad a la memoria del rey Abdalá, fallecido el viernes pasado.
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