Egipto construye un tapón en el Sinaí contra el yihadismo

El ejército egipcio ha iniciado la ampliación de la zona tapón que discurre alrededor de sus 14 kilómetros de frontera con la franja de Gaza, y que espera haber completado a mediados de la próxima semana. La operación, que conllevará la destrucción de más 1.220 viviendas y la consiguiente expulsión de sus residentes, tiene como objetivo impedir la infiltración de militantes yihadistas a través de los túneles que conectan Egipto con el territorio palestino. Asimismo, la acción pretende presionar a la milicia palestina Hamás, vinculada con los Hermanos Musulmanes, enemigo público número uno del régimen surgido del golpe de Estado de 2013.

La primera fase de la construcción de la zona tapón, de unos 500 metros de ancho, comenzó en el pasado mes de noviembre. Con su ampliación, el terreno deshabitado ascenderá a un kilómetro, según informó un portavoz de las Fuerzas Armadas egipcias. El Estado se ha comprometido a compensar económicamente a las familias desalojadas por la fuerza de sus casas, si bien la cifra que recibirá cada una no está aún clara. La decisión de crear la zona tapón fue consecuencia de un atentado contra un convoy del Ejército el pasado mes de octubre en el norte de la península del Sinaí que se saldó con la muerte de 31 soldados.

Desde el golpe de Estado que depuso al rais islamista Mohamed Morsi, en el Sinaí ha fermentado una insurgencia islamista que ha sido capaz de poner en jaque a las fuerzas de seguridad en la zona. Según el Ministerio del Interior, entre soldados y agentes de policía, más de 500 personas han muerto a manos de los grupos terroristas de inspiración yihadista. Algunos analistas han alertado que las contundentes medidas del Ejército, como el desahucio de las familias residentes en la frontera con Gaza, pueden aumentar la popularidad de los grupos yihadistas entre la población beduina, tradicionalmente marginada por el Estado central. Y es que el norte del Sinaí es una de las zonas más pobres del país.

La noticia coincide con el anuncio hecho la tarde del jueves por la Junta Electoral de la convocatoria de elecciones legislativas, que se celebrarán en dos fases a partir del 21 de marzo. Con la elección de una nueva cámara legislativa, se culminará la hoja de ruta diseñada por las autoridades después del golpe. A pesar de la voluntad de dar una apariencia democrática al proceso, las sistemáticas violaciones de los derechos humanos contra los opositores al régimen, tanto islamistas como revolucionarios laicos, plantea serias dudas sobre la credibilidad de los comicios.