Putin asegura que EE UU se equivoca al sancionar a sus amigos adinerados
El mandatario asegura que las medidas no impulsarán un motín contra él
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha acusado a EE UU de haber cometido “un error básico” al imponer sanciones a sus adinerados amigos con intención de crearle problemas y de provocar un levantamiento contra él.
En una entrevista difundida el domingo por la agencia oficial Itar-Tass, el jefe del Estado ruso se refirió a las sanciones impuestas por la administración norteamericana contra la política del Kremlin en el este Ucrania y la anexión de Crimea. Washington “partió del falso supuesto de que yo tengo intereses comerciales personales por mis relaciones con las personas incluidas en la lista y que, al perjudicarlos a ellas, me golpearían también a mí. Esto es absolutamente falso”, dijo Putin.
El autor de la entrevista, un veterano periodista, citó los nombres de los hermanos (Boris y Arkadi) Rotenberg, beneficiarios de grandes contratos con empresas del Estado ruso, (Yuri) Kovalchuk, accionista mayoritario del Banco Rossia, y Guennadi Timchenko, enriquecido gracias al mayor intermediario de transporte de hidrocarburos del mundo. Estos personajes, oriundos de San Petersburgo, al igual que Putin, y vinculados con él desde hace muchos años, se han visto perjudicados desde el punto de vista personal y económico por las sanciones que les impiden viajar al extranjero y que han afectado a parte de sus negocios.
Según el jefe del Estado ruso, las falsas premisas de las medidas adoptadas por Washington consisten en suponer que “habría que castigar a los amigos de Putin, (porque así) se rebelarán y habrá un motín en el barco”. “No ocurrirá nada de eso”, sentenció el líder del Kremlin. “El intento de castigar a mis amigos, a los cuales yo no pienso renunciar, está dictado por el deseo de provocar un cisma en la élite, y después, quizás, en la sociedad”.
El dirigente ruso dijo estar “complacido” por el error de los norteamericanos al suponer que él tiene “intereses financieros” en aquel país y afirmó que las sanciones contra estos “ciudadanos de Rusia” y “patriotas de nuestro país”, son una “violación de los derechos humanos”. Putin recalcó que sus amigos ni sabían ni participaron en su decisión de incorporar a Crimea a la Federación Rusa. El presidente aseguró también que en Rusia se ha acabado con los “oligarcas” entendiendo por tales los potentados que influían en las decisiones de la Administración antes de su llegada al máximo puesto de poder en el Kremlin. En la actualidad, dijo, “ninguna estructura oligárquica sustituye a las autoridades ni influye en las decisiones estatales”. Los amigos afectados, son “todos ellos gente rica”, que “se enriquecieron hace tiempo” y “de forma absolutamente legal”, y “no robaron nada, no privatizaron como se hacía en la década de los noventa”, recalcó. El castigo que les ha sido impuesto “refuerza” su condición de “patriotas”, en opinión del líder. Algunos de los afectados se han dirigido a los jueces internacionales y Putin dijo que esperaba que éstos les dieran la razón.
El presidente salió al paso de los rumores sobre su estado psíquico y físico y dijo encontrarse “bien” y hacer deporte todos los días. Putin afirmó sin embargo que tiene dificultades de “adaptación” a los cambios horarios en viajes largos. Es la tercera vez en menos de diez días que Putin habla sobre problemas de descanso y de salud a los que puede ser atribuida su precipitada marcha de Australia, donde participó en la cumbre del G20 y donde recibió una fría acogida. Rusia es el país más grande del mundo y el presidente nunca se había quejado de problemas de adaptación horaria en sus múltiples viajes por la geografía del país, algunos de los cuales, como el vuelo con unas grullas o los periplos en coche por tortuosos caminos de Siberia, fueron presentados a los rusos como turismo en condiciones extremas y muestras de la gran forma física del líder.
El presidente, que se formó como oficial del Comité de Seguridad del Estado, dijo contar con unos 80 amigos personales, en parte gente que estudió con él. Entre ellos, dijo, hay algunos que viven y trabajan en otros países de la ex URSS, como Georgia y Ucrania. El dirigente se negó a dar sus nombres alegando que esto podía ser “peligroso” para ellos. También dijo que sus dos hijas, de las que se rumorean que viven desde hace tiempo en el extranjero, “están en Moscú” aunque él las ve “una o dos veces al mes”. Putin acusó a Occidente de mantener una política de “contención” hacia Rusia desde “hace siglos”, cuyo origen es la “lucha de intereses geoestratégicos”. El líder descartó el retorno de la monarquía a Rusia, por considerarlo una etapa “pasada”, y dejó abierta la posibilidad de volver a postularse a la presidencia del Estado en 2018 cuando se acaba su mandato actual. Afirmó también con vehemencia que seguirá oponiéndose a la influencia extranjera en la política rusa.
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