John Doar, valeroso defensor de los derechos civiles en Estados Unidos
Participó en los episodios más candentes de la lucha contra la segregación racial en los sesenta y fue uno de los impulsores del proceso de destitución de Nixon
Cuando en 1962 James Meredith se convirtió en el primer afroamericano en ser admitido en la segregada Universidad de Misisipi, John Doar lo escoltaba entre protestas de estudiantes blancos. Un año después, también en Misisipi, Doar se interponía con sus brazos alzados para calmar un violento choque entre la policía y manifestantes negros tras el funeral de un activista negro. Y en 1964, este hombre blanco, alto y tenaz lograba que por primera vez en ese Estado personas blancas fueran condenadas por asesinar a negras.
Como abogado de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia entre 1960 y 1967, Doar no tuvo miedo en ponerse en la primera línea para conseguir lo que ahora se da por hecho, pero que hasta hace medio siglo era ilegal en partes de Estados Unidos: que los afroamericanos tuvieran plenos derechos para poder votar en elecciones y asistir a una universidad multirracial. Y con esa valentía es cómo lo recordó la clase política estadounidense tras su muerte, el martes, a los 92 años.
Doar —que falleció en su apartamento de Nueva York por un fallo cardíaco— era la “cara del Departamento de Justicia en el segregado Sur” durante los convulsos años sesenta, rememoró el presidente estadounidense, Barack Obama, en un comunicado de condolencia. “Una vez tras otra, John puso su vida en peligro para hacer real la promesa de nuestro país de derechos iguales para todos. Sin el coraje y la perseverancia de John, Michelle y yo puede que no estuviéramos donde estamos hoy”, agregó en una referencia a que son el primer matrimonio presidencial negro de la historia de EE UU. El mandatario concedió en 2012 a Doar la Medalla de la Libertad, la mayor condecoración civil del país. En una de sus últimas entrevistas, en 2009, el abogado calificó de “gratificante” la llegada de Obama a la Casa Blanca: “Innumerables ciudadanos del Sur no podían votar. Eran de segunda clase. La discriminación era brutal. Y pensar que ha terminado, que se ha conseguido”.
El papel del Gobierno federal —por medio del Departamento de Justicia— fue clave en forzar a los Estados del Sur a cumplir las leyes contra la segregación racial. Doar era un outsider. Nació en 1921 en Minneapolis, en el Norte de EE UU, hijo de un abogado y de una profesora. No se adentró en la realidad del Sur hasta que empezó a ejercer de letrado —estudió Derecho en Nueva Jersey y California— para el Departamento de Justicia. Pero ya antes había criticado las restricciones políticas a los afroamericanos en los antiguos Estados sureños de la Confederación en la Guerra Civil.
Doar impulsó en los sesenta algunos de los procesos judiciales más relevantes por asesinato y violencia en el Sur. Logró encarcelar a jefes policiales y miembros del Ku Klux Klan. Y apoyó directamente la lucha de los negros. Al margen de escoltar a Meredith en su primer día en la universidad, pasó junto a él su primera noche en su habitación en el campus. En el exterior, la admisión del estudiante negro desencadenaba violentos disturbios, que acabaron con la vida de dos personas e hirieron a 160 policías federales. Doar vivió con Meredith durante las semanas siguientes.
En 1965, participó en la histórica marcha entre Selma y Montgomery, en el Estado de Alabama, a favor de los derechos de voto de los afroamericanos. Doar se consideraba un “republicano de Lincoln”, en alusión al presidente que acabó en 1863 con la esclavitud. Lo era en un momento en que el Partido Demócrata empezaba a perder su dominio en el Sur como castigo por promover la integración racial.
Tras su salida de Justicia en 1967, se pasó al sector privado. Pero en 1974 volvería de lleno a la esfera pública al ser nombrado consejero jefe del comité de la Cámara de Representantes que investigaba el escándalo Watergate. Doar recomendó que se impulsara un impeachment —procedimiento de destitución— contra el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, por el escándalo de espionaje político. La amenaza de un juicio que iba a perder llevó al republicano Nixon a dimitir en agosto de ese año. En las décadas siguientes, Doar siguió trabajando como letrado. Se casó en dos ocasiones y tenía tres hijos.
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