_
_
_
_

La iglesia de Martin Luther King moviliza al votante negro

El barrio en el que se crió el líder de los derechos civiles refleja el cambio demográfico

Un hombre con una sudadera con los rostros de Luther y Obama, en Providence.
Un hombre con una sudadera con los rostros de Luther y Obama, en Providence.B. S. (REUTERS)

Las iglesias en Georgia desempeñan un papel clave en la estrategia del Partido Demócrata de movilizar al electorado afroamericano. Los negros tienden a votar menos en las elecciones legislativas. Fueron claves en las victorias presidenciales de Barack Obama y lo serán en determinar si los demócratas de Georgia consiguen el martes un escaño del Senado y el puesto de gobernador del Estado.

El partido ha tratado de movilizar a ese electorado con anuncios de famosos negros y mensajes sobre los disturbios raciales en agosto en Ferguson (Missouri). Las iglesias negras han colaborado en promover el voto anticipado, que duró 22 días y finalizó el pasado viernes. Por primera vez en Georgia se permitió votar los domingos. La iglesia baptista de Ebenezer, al este de Atlanta, -a la que asistía el líder de los derechos civiles Martin Luther King y donde su padre fue pastor durante cuatro décadas- fletó el domingo pasado autobuses para llevar a los fieles a votar tras el servicio religioso de las 11 de la mañana. La operación se llamaba “almas por votos” y, aunque no pedía expresamente el apoyo para un partido, en ella participó John Lewis, respetado congresista demócrata negro de Georgia.

En el servicio de este domingo, el reverendo negro Raphael Warnock instó a votar sin mencionar a qué partido. “Siempre hay alguien que se beneficia de vuestros problemas”, proclamó con vigor ante unos mil fieles en la iglesia más nueva y grande de las dos de Ebenezer. La original y más antigua está al otro lado de la calle. Esa es a la que acudía King y de la que fue copastor, junto a su padre, durante ocho años hasta su muerte en 1968. Fue allí donde se celebró uno de sus funerales. Ahora la iglesia forma parte del complejo memorial sobre el Premio Nobel de la Paz, que también incluye su tumba y un museo.

En su discurso, interrumpido con frecuencia por aplausos, Warnock citó como ejemplos la ley que permitía hasta hace medio siglo la segregación racial en el sur de EE UU, el “gran dinero” que mueve la política o las canciones sarcásticas de hip hop. “Intentan desacreditaros”, clamó ante los congregados, la inmensa mayoría afroamericanos.

Exterior de la antigua iglesia Ebenezer, en Atlanta.
Exterior de la antigua iglesia Ebenezer, en Atlanta.CENTRO LUTHER KING

De momento, la estrategia está dando resultados a los demócratas: un 32% de los votos anticipados en Georgia son de negros, incluyendo un 36% que no votaron en 2010, según datos oficiales citados por el diario The New York Times.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sin embargo, Georgia es uno de los Estados con una ley más restrictiva de identificación para votar, lo que suele afectar a las minorías y, por tanto, a los demócratas. Y hace unos días, un juez estatal anuló por irregularidades 40.000 registros de votantes en las elecciones al Senado. Los registros son un paso previo para poder votar y los dudosos también suelen corresponder a minorías raciales.

Aleax Griffin, un afroamericano de 24 años, trabaja en la iglesia original de Ebenezer y tiene muy claro por qué votará a los demócratas el martes. “Si pierden el Senado, Obama estará maniatado. Hay que evitarlo”, enfatiza. El joven dice que desde hace meses tiene decidido su voto, pero admite que varios anuncios radiofónicos dirigidos a la comunidad negra le han convencido sobre la importancia de votar en estos comicios legislativos.

Frente a la iglesia pasea en su silla de ruedas motorizada Gefl Armstrong, un afroamericano de 66 años que vive en una residencia cercana para gente mayor. Armstrong explica que votará a los demócratas y que el martes la residencia fletará un pequeño autobús para llevar a los inquilinos al centro de votación. Dice que se decanta por los demócratas porque los republicanos “intentan quedarse con el dinero”. Pero se muestra desencantado con toda la clase política: “Pongan a quien pongan, no hay cambio. Los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres”.

Armstrong lamenta que “gente con dinero” se haya instalado en el barrio porque hace que se sienta desplazado. El barrio es un reflejo del desarrollo económico de Atlanta y de su transformación demográfica en los últimos años. La iglesia se ubica en la avenida Auburn, repleta de viejas casas bajas de madera bastante bien conservadas. A un par de bloques, está la casa de maderas amarillas y negras, y aires señoriales en la que nació Luther King en 1929.

Por esta zona, la mayoría de transeúntes son negros, al margen de los turistas que merodean por el memorial al líder de los derechos civiles. Pero si sigue andando unos diez minutos por Auburn, alejándose de la residencia de Luther King, el paisaje cambia gradualmente: hay más casas modernas y varios restaurantes y cafés de moda. Se ven varios coches de lujo aparcados. Y a más personas y familias blancas. El paisaje es multiracial.

Durante la época en la que Luther King vivió, este era un estable barrio residencial de afroamericanos. Pero tras los convulsivos años sesenta de los derechos civiles, el barrio se degradó. La mejora no llegó hasta varias décadas después y se consolidó en los últimos años. Ahora, es un ejemplo más del cambio demográfico de esta ciudad y de parte del sur de Estados Unidos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_