El diario opositor venezolano ‘Tal Cual’ logra un mes más de vida
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro facilita el papel a través de la empresa estatal que lo importa
La cuenta regresiva para el diario opositor venezolano Tal Cual se detuvo el fin de semana pasado. La estatal Complejo Editorial Alfredo Maneiro, la empresa que centraliza la importación de papel periódico, pactó con los editores la venta de una cantidad de bobinas suficientes para imprimir durante un mes más el matutino que dirige Teodoro Petkoff. Un respiro que la comunidad de fieles y entusiastas lectores agradece. Y un alivio para la atribulada prensa independiente de este país en su enconado enfrentamiento con el Gobierno.
Durante las semanas previas Petkoff —intelectual, exguerrillero y político de izquierdas, quien fue ministro de Planificación en el segundo Gobierno del socialcristiano Rafael Caldera (1994-1999)— y su equipo decidieron publicar un aviso en la primera página que indicaba cuántos días de vida le quedaban a la versión impresa del combativo periódico fundado hace 15 años. El viernes el editorial del humorista Laureano Márquez lo recordaba a los lectores desprevenidos: seis días y adiós. Al mismo tiempo, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, las facultades de periodismo de las principales universidades de Caracas y otras figuras públicas cercanas a Petkoff recordaban los contenciosos que ha enfrentado el diario en su existencia y especialmente su director, quien a sus 82 años debe presentarse periódicamente en los tribunales después de una demanda introducida por el número dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, el capitán Diosdado Cabello.
Tal Cual se enfrentaba a su abrupto fin después de que a finales de agosto el Grupo Últimas Noticias, adquirido por capitales chavistas en 2013, disolviera la sociedad que tenían alegando problemas técnicos y mediante la cual garantizaban la impresión, la comercialización y la distribución. Tuvieron que tomar medidas drásticas: recortaron a 16 páginas de la edición diaria y le encargaron la distribución al diario El Nacional.
Xabier Coscojuela, jefe de redacción, recuerda que esa notificación vino acompañada de una explicación poco creíble: el Grupo Últimas Noticias tenía pensado imprimir nuevos productos y necesitaba utilizar toda la capacidad de su rotativa. Coscojuela prefiere respaldar el argumento que sugiere que la terminación anticipada del contrato es una excusa para liquidar a la prensa no genuflexa por medio de sus aliados en la empresa privada. “Nosotros no tenemos pruebas, pero la razón de terminar el contrato es que este es un diario que no le gusta al Gobierno”, agrega.
La falta de papel para los impresos venezolanos es una denuncia recurrente desde 2013. Al margen de la animadversión que obsequia el chavismo a todos los medios críticos de su gestión, hay una razón mucho más profunda que lo explica. El Gobierno no está entregando las divisas para que los particulares importen los insumos necesarios para sus negocios. Tanto el estricto control de cambios que rige en Venezuela desde 2003 como la falta de flujo de caja han ocasionado una acumulación de deudas que supera el nivel actual de las reservas internacionales, 19.949 millones de dólares.
Tal Cual tendrá papel para trabajar durante un mes más, pero ya no tiene las condiciones ventajosas que tenía con el Grupo Últimas Noticias. Ahora deben pagar por anticipado el papel, cuya tonelada ha sido tasada por el Gobierno en 14.734 bolívares, unos 150 dólares al cambio del mercado negro. Esto obliga a la pequeña empresa de Petkoff a sumar a sus balances un desembolso que golpea el flujo de caja. Que ese gasto impacta en las finanzas lo certifica el editorialista Laureano Márquez: “(Tal Cual) no ha sido propiamente un negocio: ha sido alma y corazón no solo para los colaboradores, que vivimos de otra cosa, sino también para los muchos que tienen a este diario como su fundamental fuente de ingreso y trabajo”.
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